Así se lo confirmó la mandataria provincial al intendente Héctor Gay, de Bahía Blanca, uno de los primeros en manifestar su preocupación y quien dio a conocer la noticia. "Si se quita el subsidio, el Municipio no podría bancar el desfasaje", había dicho el jefe comunal.

Si bien la medida no fue confirmada oficialmente, según se pudo saber el traspaso del subsidio le costaría a la Provincia unos 25.000 millones de pesos.

"Es algo importante, porque si no se hace cargo la Provincia la Municipalidad no podría hacerlo y repercutiría en un fuerte aumento de las tarifas", agregó Gay. Cabe señalar que Bahía Blanca tiene el boleto más caro del país con un pasaje convencional de $ 18,55.

La semana pasada el Gobierno nacional anunció que le traspasará en 2019 a las provincias y municipios la responsabilidad fiscal de subsidiar el autotransporte público de pasajeros local por unos 60.630 millones de pesos.

Según datos del ministerio de Transporte de la Nación, el Estado financia el 60% del boleto de colectivo en promedio en el país, por lo que la supresión de los subsidios en algunas jurisdicciones que no puedan pagarlo repercutirá en un aumento fuerte del precio del viaje para el pasajero.

Pasarles la responsabilidad a los gobernadores e intendentes fue una de las medidas que encontró el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, para avanzar hacia el déficit fiscal primario cero en 2019, en medio de un ajuste total que alcanza los 500.000 millones de pesos.

La preocupación no era sólo de intendentes, sino que también alcanzaba a empresas de transporte. En Luján, el presidente de Transportes 11 de Junio, Alberto Barba, también manifestó su inquietud al respecto, y advirtió que aunque continúen los subsidios no se sabe "hasta cuándo vamos a poder seguir prestando el servicio".

Cabe señalar que el año pasado, a través de una campaña gráfica instalada en sus unidades, la empresa visibilizó la situación al advertir que "Ante una actitud irresponsable del Estado, es indispensable reducir los servicios para sobrevivir". Además, desde hace años afirman que no se pueden ampliar recorridos o incorporar nuevas rutas.

"Más allá de los aumentos de combustibles, nos han bajado los cupos que vienen subsidiados", sostuvo Barba. Y además dijo que la actividad también sufre las consecuencias de la retracción económica y el golpe a la economía familiar. "Mermó la cantidad de pasajeros transportados". (DIB)