El senador bonaerense Jorge Romero, uno de los máximos responsables de La Cámpora en la provincia, fue denunciado por abusar sexualmente de una exmilitante, quien apuntó también contra la agrupación kirchnerista por "encubrir" al legislador.

La joven publicó un posteo en su cuenta de Facebook, en el que relató que el legislador quiso forzarla a que le practique sexo oral en el departamento de otro militante de La Cámpora, a donde varias personas habían concurrido a la salida de un boliche.

Tras la denuncia, el legislador publicó un descargo en las redes sociales, en donde no desmintió el episodio y anunció que renunciará a sus "responsabilidades políticas" para que se le aplique el protocolo que la agrupación tiene para estos casos.

En tanto, La Cámpora publicó un comunicado en el que sostiene que "como organización del campo popular en nuestro seno viven y se reproducen las mismas prácticas machistas que se dan en la sociedad", y adelanta que "no toleraremos múltiples varas para medir las conductas de los compañeros".

La denuncia

En el escrito, una joven que se presentó como exmilitante de la agrupación que comanda Máximo Kirchner relató que el hecho ocurrió en enero de 2017, luego de una salida que había compartido con amigas y algunos jóvenes de La Cámpora, identificados bajo la conducción de "Misio" Caserez.

Indicó que al salir del boliche fue con algunas de sus amigas a la casa de este referente, y que allí "consentí tener relaciones con uno de ellos". Sin embargo, denunció que tras ello, y mientras esperaba a otra amiga, el senador Romero "me empieza a decir que yo le tenía que practicar sexo oral a los tres, me encerró en la cocina con cada uno tomándole el tiempo como si yo fuera una trabajadora sexual que los estaba atendiendo".

La mujer resaltó que "ninguno de los pibes que quedaban encerrados conmigo se propasaron, me respetaron el no". "Cuando por fin logro salir de esa cocina el "Loco" Romero me agarra y me encierra en el baño con él, impidiéndome salir. Se baja los pantalones, saca su miembro y me empieza a pedir que le practique sexo oral. Lo cual me negué reiteradas veces y le suplicaba que me dejara salir".

"Nadie me ayudo. Éste no me forzó a que le practicara sexo oral, pero si me insistió y no me dejaba salir del baño. Yo estaba desesperada. Me abrió la puerta cuando escucho que "El Misio" había salido del cuarto con mi amiga".

Tras viralizarse el posteo, varias mujeres relataron situaciones similares con Romero y otros dirigentes de la agrupación. Y remarcaron que en ningún caso fueron contenidas ni escuchadas por la agrupación.

El descargo

Por su parte, Romero publicó un descargo en sus redes sociales, en las que no negó el hecho, pero se excusó al señalar que "soy un varón criado en una sociedad patriarcal".

El senador adelantó además que "he decidido dar un paso al costado de mis responsabilidades políticas para someterme a los procesos que determine la aplicación del protocolo que la organización ha generado para éstos casos". Si bien se especuló con la dimisión a la banca, desde el Senado confirmaron que hasta esta noche no había realizado ninguna presentación en ese sentido.

"Deconstruirnos significa mejorarnos a nosotros mismos en todos los sentidos y eso es lo que debemos hacer si queremos mejorar también la organización donde militamos y, en definitiva, construir una sociedad más justa, libre y soberana", señaló.

En tanto, desde la agrupación decidieron no hablar al respecto, pero publicaron un comunicado titulado "sororidad como forma de construcción política", en el que adelantaron que aplicarán el protocolo de acción para casos de violencia de género, y aseguraron que "la desnaturalización de prácticas violentas y la visibilizacion de denuncias en nuestro propio espacio político nos llevan a afirmar que como organización del campo popular en nuestro seno viven y se reproducen las mismas prácticas machistas que se dan en la sociedad".

"Desde que comenzamos a problematizar la política con perspectiva de género hemos tomado una decisión irreversible: a las compañeras se les cree y se las acompaña, con el fin de hacer político lo personal, para visibilizar las situaciones de injusticia y construir una organización mejor que dé respuestas a las nuevas demandas sociales", indicaron.

En ese marco, señalaron que "no toleraremos en la organización múltiples varas para medir las conductas de los compañeros. No importa la trayectoria o la responsabilidad, frente a las denuncias corresponde la aplicación del protocolo interno que elaboramos para atender éstos casos y los denunciados deberán atravesar las instancias que éste propone".

Sin embargo, la denunciante apuntó que la organización "encubrió" a Romero y no dio curso a sus denuncias. "Esta situación se la cuento dos semanas después al que era mi responsable en Logística Nacional, Miguel Ángel Deseo. Y él, sonriendo, me dijo que me creía porque sabía que este tipo era así y que no fui la única que le pasó. Me recomendó que hablara con "El Misio" y le cuente lo que me pasó, pero no me dio bola.

Fuente: DIB.