El hospital de la localidad rionegrina aplicó la nueva normativa y realizó una ablación que implicaba un caso de muerte violenta, según informaron desde la Justicia y el ministerio de Salud de la provincia.  

La familia del joven, del cual no trascendió su nombre y quien en vida no manifestó estar en contra de la donación, se negaba a que se utilicen sus órganos.

La Ley Justina fue una iniciativa de la familia de una niña de 12 años que murió en noviembre de 2017, esperando un corazón.

Pero ante el requirimiento urgente de los médicos del Hospital de General Roca a la Justicia, el procedimiento de ablación pudo ser llevado a cabo.

En un trámite acelerado la fiscal Graciela Echegaray presentó una solicitud a la jueza de Garantías María Gadano. Fundándose en la Ley Justina la magistrada dictó la aprobación para que los profesionales pudieran seguir adelante.