De acuerdo a datos del Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV), la tasa de muertos en rutas subió un 12,4%, y mientras que la mitad de las víctimas tenían menos de 30 años, el 63 % de los decesos se produjeron en rutas y vías de zona rural.

La tasa de morbilidad vial, que pondera los lesionados graves consecuencia de los siniestros, presentó un descenso del 16% en comparación a julio de 2017. Otro índice que bajó es el de siniestralidad vial grave, hechos que registran como mínimo un lesionado Grado 3 (o sea con fractura), con un 8,67%.

Finalmente, la tasa que permite establecer la gravedad o "virulencia" del accidente, ascendió del año pasado a este de 0.33 a 0.42 muertes por cada siniestro vial grave.