puso en venta todo y rematará sus maquinarias y las motos, mientras los empleados aún negocian su indemnización

El 27 de diciembre se llevará a cabo una Asamblea General de Accionistas en San Luis, con la mira puesta en la "consideración de la venta de la marca Zanella y otras marcas y derechos de propiedad de la sociedad y autorización de muebles e inmuebles", indica el matutino El diario de San Luis.

En octubre, Zanella había cerrado su histórica planta de Caseros (administrativa y de producción), con alrededor de 70 operarios afectados. Y a principios de agosto, despidió 32 empleados de la fábrica de San Luis, luego de cancelar la producción en Mar del Plata y ajustar la plantilla en Córdoba.

Zanella fue la marca de motos que registró la caída más grande en 2019, entre las más conocidas. Según cifras reveladas por la Asociación de Concesionarios (Acara), entre enero y noviembre bajó sus ventas un 65,3 por ciento, fruto de 33.344 patentamientos (96.225 en igual período de 2018).

Si se incluyen todas las marcas, el mercado total de motos se desplomó un 44,3 por ciento. De capitales nacionales, Zanella nació en 1948 como fábrica de aberturas y se extendió luego a la fabricación de accesorios y repuestos para las automotrices Fiat y Peugeor. A fines de la década del 50 ya fabricaban piezas para el mercado de las motos, que comenzaba a asomar, y las primeras unidades de 50 a 200 cilindradas.

La planta de Caseros fue la primera de la empresa, donde comenzó a fabricar los primeros motovehículos en la década del 60.

En 1957 fabricó su primera motocicleta con un diseño desarrollado en Italia.

En 1987, sus productos se exportaban a Uruguay, Chile, Brasil, Cuba y países del continente africano. En la década del 90 llevó a cabo un joint venture con Yamaha de Japón y los nuevos modelos se producen en una nueva planta en la provincia de Córdoba. La alianza duró hasta 1999.

(El diario de San Luis)