Análisis: Bolivia registró en 2024 el segundo crecimiento económico más bajo desde 2011

Según el análisis del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, basado en datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Bolivia experimentó en 2024 uno de los crecimientos económicos más bajos en más de una década, con una tasa estimada entre 0,5% y 1,5%, muy por debajo de la meta gubernamental del 3,71%.
Desaceleración económica y factores clave
El informe destaca que el crecimiento económico acumulado al tercer trimestre de 2024 fue de 2,14%, siendo el más bajo en los últimos 14 años, exceptuando el periodo de la pandemia en 2020, cuando el PIB cayó -12,19%. Entre las causas de esta desaceleración se mencionan:
• Problemas estructurales y crisis interna: Escasez de dólares en la economía formal, presión inflacionaria y restricciones a las exportaciones.
• Débil desempeño del sector productivo: Actividades clave como la construcción (2,53%) y la industria manufacturera (2,23%) registraron un bajo aporte al PIB.
• Declive del sector hidrocarburos: La producción de petróleo y gas natural sufrió una caída cercana al -13%, afectando las finanzas públicas.
• Reducción del gasto y la inversión: El gasto público (-0,32%), la inversión privada y pública (-7,51%) y la importación de bienes y servicios (-19,41%) se contrajeron, reflejando una menor actividad económica.
Proyecciones y expectativas económicas
El análisis enfatiza que, si bien técnicamente no hubo recesión, debido a que no se registraron dos trimestres consecutivos de decrecimiento, el crecimiento trimestral del tercer trimestre de 2024 fue de solo 1,30%, la cifra más baja del año.
Además, para alcanzar el mismo nivel de PIB registrado en 2023 (Bs. 50.493 millones), el cuarto trimestre de 2024 debería haber alcanzado Bs. 13.196 millones, algo improbable considerando que la economía se ralentizó aún más a finales del año debido a bloqueos y conflictos políticos.
Escenario preocupante para 2025
El informe elaborado por Luis Fernando Romero Torrejón concluye que la economía boliviana enfrenta un panorama complicado para 2025, con una posible profundización de la crisis si no se aplican medidas correctivas. Se advierte que el proceso inflacionario podría intensificarse, afectando aún más el consumo interno y la estabilidad macroeconómica del país.