La reunión entre el vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, David Choquehuanca, y la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) de los Yungas estuvo marcada por tensiones y propuestas de impacto económico. Durante el encuentro, el exdirigente Armin Lluta acusó a Choquehuanca de ser responsable de la “división” entre los cocaleros, una denuncia que reflejó las tensiones internas en el sector.

En su intervención, el vicepresidente propuso la industrialización de la hoja de coca, resaltando su potencial económico si logra ser desclasificada de la lista 1 de estupefacientes de las Naciones Unidas. Según Choquehuanca, esta medida podría convertir a la hoja de coca en una fuente de ingresos superior al gas, destacando su valor como recurso estratégico.

“La hoja de coca en algún momento nos puede dar hasta más que nuestro gas”, afirmó el vicepresidente, subrayando la necesidad de explorar alternativas económicas basadas en la transformación e innovación del producto.

Un sector dividido y en debate

La propuesta del vicepresidente llega en un contexto complicado, marcado por conflictos internos en Adepcoca y la exigencia de varios sectores por políticas claras que promuevan la unidad y el desarrollo. Choquehuanca enfatizó que la industrialización es un paso clave para aprovechar las oportunidades económicas y transformar la visión del sector cocalero.

Sin embargo, el exdirigente Lluta criticó la falta de cohesión en el sector y responsabilizó a la autoridad por las divisiones que dificultan el progreso de los productores de coca.

El desafío ahora radica en convertir estas propuestas en acciones concretas que beneficien al sector y promuevan la estabilidad económica en la región.