El alcalde de La Paz, Iván Arias, sufrió una descompensación la noche del martes durante una inspección en Bajo Llojeta, lugar afectado por la mazamorra ocurrida el 23 de noviembre. Según reportes médicos, la autoridad presenta un cuadro severo de estrés que agravó sus problemas de hipertensión y diabetes, además de secuelas relacionadas con el Covid-19 que padeció anteriormente.

Este miércoles, Arias acudió a la Fiscalía para declarar en calidad de sindicado en el caso Bajo Llojeta, ingresando al edificio acompañado de un paramédico y con un tubo de oxígeno. Sin embargo, tras una evaluación del médico forense de la Fiscalía, se determinó reprogramar la audiencia para el próximo lunes a las 13:00, debido a su delicado estado de salud.

“El doctor de la Fiscalía ha hecho su evaluación y, en función de eso, suspendieron la sesión porque pudieron comprobar que mi estado de salud no es óptimo, pero, a pesar de eso, me presenté”, declaró Arias tras salir del recinto judicial.

La autoridad pasó la noche en la Clínica Cordes, donde continúa bajo observación médica. Según el reporte del secretario municipal de Resiliencia y Gestión de Vulnerabilidades, Juan Pablo Palma, Arias sufre de un cuadro severo de descompensación provocado por estrés, que activó sus problemas de salud preexistentes.

“No nos escapamos, nosotros no huimos y no mentimos cuando hemos dicho que nuestro estado está débil”, afirmó Arias, quien estuvo acompañado por vecinos, gremiales y trabajadores municipales en su ingreso a la Fiscalía.

La situación de salud del alcalde se produce en medio de las investigaciones sobre el deslizamiento en Bajo Llojeta, que dejó a una menor fallecida y múltiples viviendas afectadas.