El alcalde de La Paz, Iván Arias, sufrió una descompensación la noche del martes mientras inspeccionaba los trabajos en la zona afectada por la mazamorra de Bajo Llojeta. Según un informe preliminar, presentó un cuadro de presión baja y taquicardia, motivo por el cual fue trasladado de urgencia a un centro médico para recibir atención.

La descompensación ocurrió horas antes de que Arias deba presentarse nuevamente ante la Fiscalía, esta vez en calidad de imputado, en el marco de las investigaciones por el deslizamiento de tierra ocurrido el 23 de octubre, que dejó como saldo la muerte de una niña de cinco años y más de 40 viviendas afectadas.

El alcalde expresó su preocupación por el enfoque de la investigación. “Estamos muy preocupados. No parece que se busca justicia, sino chivos expiatorios”, manifestó al finalizar una inspección ocular.

Por su parte, Mercedes Butrón, esposa de Arias, atribuyó lo sucedido exclusivamente a la empresa Kantutani. “La única culpable de lo que pasó en Llojeta es la empresa Kantutani. Es la que tiene actitudes irresponsables con toda la población”, declaró. También criticó el manejo del caso por parte de las autoridades judiciales: “Estaba desde ayer muy mal, y ahora los jueces lo quieren utilizar”, denunció.

El secretario municipal de Resiliencia y Gestión de Vulnerabilidades, Juan Pablo Palma, confirmó que el estado de salud del alcalde es delicado y que este se encuentra bajo observación médica.

El caso ha generado indignación en diversos sectores sociales, quienes piden celeridad y objetividad en las investigaciones para determinar responsabilidades, evitando politizar la tragedia que afectó a decenas de familias paceñas.