El alcalde de La Paz, Iván Arias, declaró este jueves que percibió “movimientos extraños de la Policía” mientras permanecía retenido por la Fiscalía en el marco de las investigaciones por la mazamorra ocurrida en Bajo Llojeta, que dejó una niña fallecida y decenas de viviendas dañadas.

Tras varias horas de audiencia, Arias fue liberado, pero las investigaciones continúan. “He notado movimientos extraños de la Policía. Esto parece tener otras intenciones”, afirmó el alcalde tras recuperar su libertad.

El caso de Bajo Llojeta ha generado gran conmoción en la ciudadanía. La Fiscalía sigue indagando posibles responsabilidades en los movimientos de tierra autorizados cerca del Cementerio Los Andes, mientras que la empresa Kantutani, propietaria del predio, negó su vinculación y atribuyó el desastre al taponamiento del río Pasajahuira.

La situación pone nuevamente en debate la relación entre las autoridades municipales y los actores privados en la gestión de obras urbanas, en un contexto donde la presión social exige justicia y soluciones inmediatas.