El economista y analista Gonzalo Chávez ha lanzado una advertencia contundente sobre las serias deficiencias en los contratos firmados por el gobierno boliviano con las empresas extranjeras para la explotación de litio en el Salar de Uyuni. A través de un análisis detallado, Chávez resume las preocupaciones de diversas instituciones, como las fundaciones Milenio, Jubileo y Solón, además del Centro de Documentación e Información de Bolivia (CEDIB).

En su explicación, Chávez expone 13 observaciones clave que ponen en tela de juicio la transparencia y viabilidad de los contratos, utilizando ejemplos sencillos para ilustrar cada uno de los problemas:

1. Contratos incompletos y confusos: Los documentos presentados son un rompecabezas al que le faltan piezas, lo que dificulta su comprensión y deja espacio para malas interpretaciones.

2. Empresas sin experiencia: Las compañías seleccionadas no tienen trayectoria comprobada en la tecnología que se pretende aplicar, pero se les ha entregado el acceso a una de las zonas más ricas del Salar de Uyuni.

3. Bolivia asume todos los riesgos: Si el proyecto fracasa, el Estado debe devolver las inversiones, lo que significa un riesgo económico significativo para el país.

4. Costos poco claros: Las diferencias inexplicables entre los costos de las plantas de Uranium y CBC generan serias dudas sobre la estructura financiera del proyecto.

5. Expectativas infladas: Las proyecciones de ganancias no se ajustan a la realidad del mercado actual, lo que podría llevar a pérdidas importantes.

6. Costos de producción elevados: Producir litio en Bolivia resulta más caro que en otros países, pero no se explican las razones detrás de esta diferencia.

7. Beneficios desiguales: Las cláusulas de los contratos favorecen más a las empresas extranjeras que a Bolivia.

8. Daño ambiental no contemplado: No se detallan medidas claras para proteger el agua, la energía y los desechos químicos que se generarán durante el proceso de extracción.

9. Falta de consulta a las comunidades indígenas: Las comunidades locales no fueron consultadas sobre el impacto de estos proyectos, a pesar de que afectarán directamente sus tierras y recursos hídricos.

10. Multas desproporcionadas: Bolivia podría enfrentar multas elevadas si no cumple con ciertas cláusulas de suministro.

11. Tecnología sin transferencia clara: Las empresas no están obligadas a compartir adecuadamente el conocimiento tecnológico.

12. Subproductos sin control: No se especifica qué sucederá con otros minerales valiosos como el potasio y el magnesio, que podrían representar una fuente adicional de ingresos.

13. Regalías congeladas: Los contratos dificultan que Potosí y otros municipios productores reciban mayores regalías en el futuro.

Un llamado a la revisión

Chávez concluye que estos contratos están diseñados para beneficiar a las empresas extranjeras a expensas del Estado boliviano, dejando al país en una posición de alto riesgo financiero y ambiental. La advertencia es clara: sin una revisión profunda, Bolivia podría estar firmando acuerdos que comprometen su soberanía y sus recursos naturales por décadas.