1. Cuando el pueblo boliviano ve día a día sus bolsillos más vacíos, Arce pretende
plantear una pregunta sobre la subvención a los hidrocarburos en un referendo que,
en el mejor de los casos, se realizará en diciembre (dentro de casi cuatro meses),
como si la crisis económica y la falta de carburantes no estuviera ya encima de
nosotros hoy.

2. La pregunta sobre la redistribución de escaños no puede desconocer los resultados
del censo y debe ligarse también a la redistribución de ingresos de coparticipación,
respetando el espíritu de la Constitución. Además, no es pertinente porque implica la
reforma del artículo 145 de la CPE. Para hacerla se debe proponer la modificación de
dicho artículo a la ALP que deberá aprobarla por 2/3 de votos e ir luego a un
referendo, tal como ocurrió el 21 de febrero de 2016.

3. La pregunta sobre la reelección presidencial, de igual modo, intenta resolver un
problema interno del MAS que le compete solo a ese partido, sobre el cual se ha
pronunciado ya en un fallo el Tribunal Constitucional. Además, implica también la
reforma del artículo 168 de la CPE, para ello se debe proponer la modificación de
dicho artículo a la ALP que deberá aprobarla por 2/3 de votos e ir luego a un
referendo, tal como ocurrió el 21 de febrero de 2016.

4. El referendo es engañoso, mezcla temas constitucionales con temas y
procedimientos ordinarios y posterga decisiones urgentes de manera irresponsable.

5. En un momento tan crítico como este, lo que toca son decisiones y acciones
inmediatas y claras, no consultas confusas cuyo objetivo es distraer a nuestros
compatriotas de la dramática situación que vivimos.