Preocupación por la inflación en Bolivia: análisis económico advierte sobre una espiral inflacionaria
La inflación en Bolivia ha alcanzado niveles alarmantes, según el economista y exdirector del Banco Central de Bolivia, José Gabriel Espinoza. En su reciente análisis, el experto señala que el país enfrenta un incremento sostenido de precios que ya no se limita solo a los alimentos, lo que configura una verdadera espiral inflacionaria.
Según Espinoza, al comparar enero de 2025 con enero de 2024, los datos muestran un preocupante aumento en distintos rubros:
1. Inflación general: 12%, es decir, 7,4 veces más alta que el promedio de los últimos cinco años (2020-2024).
2. Inflación de alimentos: 19,2%, lo que representa un incremento de 8,6 veces en comparación con el promedio de los últimos años.
3. Inflación núcleo (sin incluir alimentos debido a su volatilidad): 9,4%, 6,7 veces superioral promedio 2020-2024.
Este análisis refleja que el incremento de precios ya es generalizado y no se debe únicamente a factores estacionales o a la especulación en la venta de alimentos. Según el economista, la estrategia del Gobierno de Luis Arce se ha centrado en controlar los precios de los productos básicos, sin atacar las verdaderas causas de la crisis inflacionaria.
Una crisis cambiaria como principal causa
Espinoza advierte que el principal problema que está generando la inflación es el desequilibrio cambiario, derivado de una política fiscal expansiva y un déficit en el flujo de divisas. La escasez de dólares ha llevado a un mercado paralelo con una fuerte devaluación del boliviano, lo que impacta directamente en el costo de bienes y servicios.
Además, menciona que esta situación ya era conocida por el equipo económico del Gobierno desde el año pasado, cuando se informó al Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, hasta la fecha, no se han tomado medidas estructurales para corregir el rumbo económico.
Posibles consecuencias y perspectivas
Espinoza advierte que si el Gobierno continúa negando su responsabilidad en la crisis económica y no adopta medidas efectivas para frenar la inflación, la situación podría deteriorarse aún más en los próximos meses. Esto afectaría no solo el poder adquisitivo de la población, sino también la estabilidad del mercado interno, generando un ambiente de mayor incertidumbre económica y social.
Los datos publicados y el análisis del exdirector del BCB reflejan una realidad preocupante: Bolivia está enfrentando su inflación más alta en más de tres décadas, y sin ajustes en la política económica, la crisis podría profundizarse.