Entre las ventajas que enumera se encuentra que "otorga un calor seco y, desde lo estético, como los modelos incluyen visores de vidrio, tiene su encanto estar viendo el fuego todo el tiempo".

En realidad, el emprendimiento nació en sociedad con su padre, en 1998 y como Artesanías Smith, dedicada al reciclado de antigüedades y aún en marcha. Hace unos 5 años, desde el lugar del usuario, Smith notó las deficiencias de su propia estufa y se propuso mejorarla. Así nació un diseño particular que "no se parece a ningún otro", y que hoy se produce en serie.

¿Cuáles son sus principales características? "Que ya han incorporado el sistema moderno, esto es una doble cámara que permite la convección, que era tradicional en la calefacción a gas e inclusive, hasta en los radiadores de calefacción por agua", explica, refiriéndose a esa posibilidad que "depende de la expansión natural y la circulación del aire caliente alrededor del dispositivo para transferir el calor en el área que se desea aclimatar". Traducido, se podría hablar de una salamandra tradicional revestida con una segunda capa, siempre en chapa de hierro de excelente calidad, la materia prima de la que surgen los modelos de Estufas Olavarría.

La versión más pequeña -de 6 mil calorías- calefacciona entre 40 y 50 metros cuadrados, mientras que la mayor de las que se producen en línea, de 20 mil calorías -hay un intermedio de 10 mil- sirve para aclimatar unos 180 metros cuadrados. Excepto el primero, los restantes se pueden asimilar a una calefacción central, que traslada el calor por cañerías, a veces impulsada por ventiladores. Las versiones vienen con o sin horno y a pedido, se preparan modelos gourmet, con triple cámara que permiten no sólo cocinar, sino también calefaccionar el ambiente, "siempre hablando de la misma energía, que es lo importante: ahorrar en el consumo".

La eficiencia de estos dispositivos, claro, depende de la altura de los ambientes y el tipo de aberturas utilizadas. "Hay aberturas de madera gastadas o viejas que son realmente muy ineficientes respecto de lo que son filtraciones de aire. Hoy, las nuevas de aluminio o PVC, sumadas al doble vidriado resultan totalmente herméticas. "Todo contribuye a que uno gaste menos dinero en calefaccionar y menos energía, que es lo que escasea ahora, a pesar de que la leña es una energía renovable".

Después, claro, Ever Smith explicará por qué es recomendable una estufa a leña. "Tiene muchísimas ventajas respecto de las otras: es un calor seco, no se mojan los pisos ni los vidrios, si hay algún pequeño problema de humedad se seca todo y no es indispensable tenerla prendida durante todo el día, porque el calor acumulado persiste en el ambiente. Además, está el encanto de ver el fuego a través del visor".

El tiraje ha dejado de ser un inconveniente y ya no existe aquello de espacios llenos de humo por inconvenientes en el encendido. "Hoy las estufas se encienden muy fácilmente, porque tienen un sistema de cenicero que en realidad, por donde cae la ceniza, se le inyecta aire desde abajo a una cámara cerrada, y eso actúa como que fuera un soplete. Y además, la emisión de gases es muy reducida respecto de la salamandra común. Claro que todo depende de la calidad de la leña, que debe haber sido cortada en la época correcta".