Llega la hora de dormir, te acostás en la cama y reflexionás sobre lo que te pasó ese día. Si recordás más lo negativo que lo positivo y a eso le das tantas vueltas que al final incluso te quita el sueño, quizás tenés un problema de motivación.

En ese caso, lo mejor es cambiar de estrategia y "reprogramarte". Buscar nuevas emociones, dominar las incertidumbres, ilusionarte con aficiones diferentes y proyectar objetivos de futuro renovados son la clave para que el ánimo y el optimismo vuelvan.

Así lo explican Juan Carlos Cubeiro y Jorge H. Carretero, autores del manual de autoayuda "Atrévete a motivarte".

Los autores diferencian la depresión crónica, que debe tratarse médicamente, del desgano para centrarse en este último. Como primera medida recomiendan hacer el esfuerzo por encontrar tiempo libre y de calidad. Este es un gran reto para motivarnos. En promedio los argentinos vemos 3 horas de televisión al día, la mayor parte reactivo, esto es, "lo que dan en la tele", sin elegir el programa y es por esto que no podemos decir que "no tenemos tiempo libre".

¿Cómo se sale del túnel de la desánimo? En "Atrévete a motivarte" se propone la metáfora de un motor, de nuestro motor propio. Para salir del túnel, hay trabajar hasta diez bloques que nos permiten vivir motivados.

Se trata de una hoja de ruta que merece la pena:

Movilizate: tenemos que saber qué nos mueve.

Orientate: buscá nuevos retos.

Tiempo: utilizá el tiempo en tu beneficio.

Ilusionate: el verno de la ilusión es desvivirse.

Verbalizá: empleá las expresiones positivas.

Agradecé: hacé foco en lo que merece la pena.

Cuidá de los tuyos: atento a quien forma parte de tu equipo.

Irreparable: encajá lo doloroso.

Optimismo: explica de manera positiva e inteligente la realidad.

Naturalidad: disfrutá de los placeres de la vida.