Especial para EL POPULAR

"El balance es muy positivo". Estas fueron las primeras palabras de Lucas Díaz al llegar a Olavarría tras la buena labor realizada en el mundial de paracanotaje que se realizó en Moscú, Rusia. Es que su principal objetivo, que fue meterse entre los principales palistas del mundo de la prueba K1 200 metros, se cumplió.

Con sonrisas y demostraciones gestuales de conformismo, Lucas dio detalles de todo lo vivido durante el Mundial y, al mismo tiempo, se mostró ilusionado y con muchas ganas de continuar su trabajo de cara a lo que viene.

Durante el certamen en Rusia se ubicó entre los mejores del planeta al culminar en la segunda colocación de la primera serie y clasificarse a la final, donde no pudo bajar los enormes tiempos realizados en la segunda serie y se conformó con el séptimo lugar. Pero según lo expresado antes de viajar, la meta ya estaba cumplida de antemano.

"La idea principal era llegar a la final, y lo pudimos lograr. También fue una etapa donde adquirí mucha experiencia. Conocí mucho de técnicas diferentes de remada y otras cuestiones que me permiten crecer como deportista. Fue una etapa de aprendizaje", dijo Lucas Díaz en primera instancia.

En relación con su posición en la final, el palista nacido en General La Madrid confesó que "por los tiempos realizados nos dimos cuenta de que no llegábamos a meternos entre los tres principales lugares. En la preparación de República Checa lo pudimos bajar, pero cuando llegamos a Rusia vimos que no se podía. Nos daba para pelear por el quinto lugar como máximo".

Más allá de lo deportivo, señaló que "fue un proceso de aprendizaje porque adquirí muchas cosas técnicas gracias al ritmo del entrenamiento realizado. Ahora quiero implementarlo en Estudiantes, es decir, que el entrenador me mandé el plan y realizarlo en el club para así seguir con el progreso de la mano del profesor Santiago Casey".

Además, uno de los grandes gustos que se dio fue competir en la serie con el cuatro veces campeón mundial, el brasileño Fernando Fernandes. "No tuvo un gran torneo, pero es el mejor de todos los tiempos. Le tengo mucha admiración, y fue un gusto compartir la serie con él. Más allá de esto, toda la delegación brasilera corrió en disconformidad por una reglamentación en las categorías, y eso seguro que perjudicó su actuación", reveló.

El momento de la clasificación

El momento más importante de Lucas Díaz en su estadía por tierras rusas fue el segundo lugar logrado en la serie. "Tuve un mal inicio por cierta inexperiencia, a pesar de que habíamos trabajado muchísimo el comienzo del recorrido. Pero cuando nos encontramos últimos, sacamos fuerzas de todos lados y empezamos a remontar de a poco", dijo.

A la vez, reveló que "la serie estuvo muy cargada desde el aspecto emotivo, porque encima de salir mal y pelear el último puesto en ese inicio, me jugaba el pasaje a la final. Fui 80 metros en la ultima ubicación, pero tuve un cierre perfecto. No quería correr la semifinal, sino pasar directamente a la definición".

Además, manifestó que "cuando terminó la serie, no tenía noción de mi posición. De repente, miró para los costados y vi que había llegado segundo. Lo que sentí en ese momento no puedo explicarlo con palabras. Fue una carrera épica, porque salir ultimo y avanzar de la manera que lo hice, fue terrible".

Luego llegó el momento tan ansiado y soñado: ser parte de la grilla de partida de la final de K1 200 metros del Mundial. "Los tiempos estaban lejos, entonces la final la corrí con cierta tranquilidad, porque sabia que ya no llegaba a ganar una medalla", finalizó Lucas Díaz.