Los departamentos de la Villa Olímpica son por demás confortables, y fueron estrenados por los propios atletas que residen allí. Sin embargo, por ejemplo, no tienen gas ni televisores. ¿Por qué? Porque uno de los objetivos de los Juegos es que los jóvenes deportistas interactúen entre sí, que compartan sus momentos, sus actividades. Sin gas en sus departamentos, los chicos almuerzan y cenan sí o sí en el gigantesco comedor de la Zona Internacional. Y en lugar de la TV, obviamente aparecen otras propuestas, todas fuera de sus hogares provisionales, todas en contacto con otros competidores.

Por ello la gran novedad de estos Juegos es el "yogger", un dispositivo electrónico provisto por el Comité Olímpico Internacional (COI) y que permite a los deportistas dar un primer paso en la interacción. El "yogger" es de plástico, pequeño, con la figura de la mascota #Pandi, en parte con forma de mano, y se lleva colgado del cuello. Cuando dos deportistas chocan sus "yoggers", automáticamente comparten información a través de bluetooth: nombre, apellido, país y disciplina en la que compiten, y datos de contacto que tengan cargados en sus perfiles, como número de teléfono o redes sociales.

Pero el choque de "yoggers" no sólo produce intercambio de información, sino que suma puntos. Todo lo que sea interactuar con los atletas, ir a las competencias de las otras disciplinas, participar de las actividades recreativas y culturales, o asistir a charlas informativas y educativas, da puntos, cumple con el objetivo predicado por el Comité Olímpico Internacional para estos Juegos.

Por eso los jóvenes no sólo buscan el choque de "yoggers" con sus pares, sino también van dejando constancia de su paso por cada una de la actividades que realizan (una suerte de marca de tarjeta en dispositivos que se encuentran distribuidos por todos los sitios olímpicos).

Entre los contactos añadidos y las actividades en las que participan, los atletas van sumando "laureles" y "copas". Toda la información que van reuniendo, así como sus créditos, se pueden consultar a través de Internet o en algunos de los lectores de "yoggers" disponibles en la Zona Internacional. Los "laureles" y "copas" se pueden trocar por un cuello térmico, toallas o bolsos alusivos. Pero, sin duda, lo más codiciado es el cargador solar, que cotiza "ocho laureles más quince copas".

Así, de Buenos Aires los jóvenes se llevarán una experiencia ?seguramente- inolvidable, tal vez algunos presentes y, cuán vacaciones de verano, un sinfín de contactos de deportistas con los que, al menos, o tal vez solo eso, chocaron el "yooger".  (DIB)