BELO HORIZONTE / Daniel Lovano, enviado especial de EL POPULAR Medios

Para romper el hielo, Riquelme es un vocable que abre puertas si del otro lado del grabador se encuentra Horacio Pagani. "Lo único feo de todo esto es que no está Riquelme", y enseguida emergió la sonrisa pícara de este hombre que ha sabido construir un personaje, pero que en el mano a mano fue muy amable e increíblemente afable.

"Román tiene 36 años; que lástima. Lo van a llorar cuando se vaya, porque no hay un jugador igual a él. El pudo ganarlo en 2006 y él salió clasificado para las semifinales, porue cuando lo cambiaron la selección le ganaba 1-0 a Alemania" chicaneó, igual que después de clásico que proyecto a Ramiro Funes Mori al altar de los hinchas de River.

"El técnico no usa enganche, una cuestión que a mí me parece un poquito peligrosa, pero el equipo está bien, tiene mucha potencia ofensiva, aunque tiene un equipo desequilibrado. Creo que no es el dibujo que más le gusta a Sabella; le gustan los nombres y le gustan a Messi, pero a él le gustaría jugar con más precaución. Me da la sensación de que, si la Argentina pasa, después va a recurrir a esto. Me gustan los equipos que tienen una identidad y se manifiesta como tales. Esto de cambiar la característica es bastante peligroso".

Pagani va por su noveno Mundial. Arrancó en 1978 y desde entonces sólo no asistió a... México 86. "Me tuve que quedar a manejar la sección del diario (Clarín). En aquel tiempo era jefe y debíamos turnarnos para viajar. Yo quería ir, el tema es que hacíamos un zig zag con Alberto Fernández e íbamos a uno cada uno. Juan De Biase, que era nuestro superior, iba a todos y alguien se tenía que quedar. En aquel tiempo el diario vendía mucho, se hacían suplmentos muy grandes. Desde que Fernández se fue, hice todos los demás hasta ahora".

Fundamentalista de los enganches, el veterano periodista que escribe para Clarín e integra el panel de Estudio Fútbol sostuvo que "la experiencia de equipos sin enganches fue la de 2002, con Bielsa como entrenador, y no nos fue muy bien. Todo el mundo pensaba que la Argentina iba a arrasar porque lo había hecho en las eliminatorias, y después se notó que jugando contra los equipos europeos o los africanos, que los imitan, tenemos que proponerles nuestro modos, porque si jugamos al modo de ellos les vamos a dar ventajas".

Pagani dijo que "el equipo tiene la mitad de la cancha de tránsito; no le interesa atacar o defender a partir de la posesión de la pelota. Como declaró Mascherano el otro día, salen del fondo y resuelven los de arriba. Es un método, europeo, y a nosotros nunca nos fue bien con los métodos europeos. Nos va bien en Sudamérica; cuando jugamos con selecciones vecinas, nosotros parecemos europeos, pero con ellos tenemos problemas. A España no le ha ido mal con nuestro método, aunque ahora el equipo me parece un poquito ajado, tiene cuatro años más y habrá que ver cómo está, pero ese es el fútbol que nos gustaba en la Argentina".

La salida al desbalance implicaría una modificación táctica que avizora, de llegar la Argentina octavos: "Irremediablemente tiene que salir uno de los cuatro de arriba; yo no sumaría un defensor más, sino un volante con manejo y con posibilidades de habilitar a los que quedan. De los que están hoy aquí sería Maxi Rodríguez o Enzo Pérez. Un hombre para jugar, llevar la pelota y tener un poquito más la pelota en el medio, porque en ese sector la Argentina no la tiene nunca".

Cerró con un juicio sobre el Messi que se puede ver en la Copa: "Creo que tuvo una lesión que lo demoró; esos dos meses fuera de las canchas lo sacaron de ritmo y no volvió con el nivel que tenía. Supongo que Messi en los últimos tiempos se cuidó. No es algo que uno haga intensionalmente, sino que forma parte del subconsciente cuando se está ante la inminencia de una competencia máxima. Ojalá haya cambiado el chip y vuelva al nivel que tenía"