Después del paso en falso en el debut ante Bélgica y la recuperación frente a la República Dominicana, Argentina se presentó en Florencia para disputar el compromiso más duro de la primera fase, ante Italia, y fue derrota con parciales de 22-25, 25-15, 25-23 y 28-26.

El combinado local llegó a la tercera fecha del Grupo A sin haber cedido ni un set en los encuentros previos contra Japón y los Diablos Rojos, por los que un nuevo triunfo garantizaba su clasificación hacia la siguiente instancia.