BELO HORIZONTE / Daniel Lovano, enviado especial de EL POPULAR Medios

El diario "O Globo" trajo al presente la historia del "Maracanazo" que aún duele aquí, más allá del alivio que para los torcedores significó la prematura eliminación de la camiseta que provocó la mayor tristeza colectiva en la historia de este país.

En una nota publicada para la previa del partido Brasil - Colombia de cuartos de final, el periodista Joao Maximo contó que entonces la sancionada liga colombiana "sacó del Mundial al rival más temido por los brasileños, la Argentina".

Cuando se celebró la primera Copa del Mundo en Brasil, en Colombia el fútbol estaba en cierne y por carencias de todo tipo (no sólo de jugadores y de infraestructura, sino legales), y su liga se encontraba fuera de los estándares de la FIFA, que la había expulsado por piratería de futbolistas.

La Dimayor y los clubes afiliados no reconocían los reglamentos de la entidad madre el fútbol mundial, y le dieron una definición casi poética a uno de sus tiempos más brillantes, a través del ingreso masivo de cracks argentinos y uruguayos: "El dorado".

En 1948 los clubes colombianos vinieron a "pescar" al Río de la Plata, cuando jugadores argentinos y uruguayos se declararon en huelga contra los bajos salarios que pagaban los clubes chicos y condiciones arbitrarias de trabajo, como por ejemplo que un jugador con cinco partidos en un club quedaba ligado de por vida a éste.

Oportunistas, fueron a Buenos Aires y rescataron lo mejor del mercado; al punto que de los 109 extranjeros que sumaron, 57 eran jugadores argentinos. Por ejemplo, Millonarios, a través de Adolfo Pedernera, incorporó a "Pipo" Rossi y a un pibe de 22 años (ambos de River), que prometía bastante: un tal Alfredo Di Stéfano.

Además emigraron, entre los más destacados, René Pontoni, Julio Cozzi, Mario Fernández, Angel Perucca, Antonio Báez (considerado el mejor de la historia de Millonarios, y contemporáneo de Di Stéfano), Héctor "Nene" Rial (después pasó al Real Madrid) y Juan José Ferraro. La argentina venía de ganar el tricampeonato sudamericano.

Por la huelga en Montevideo el Cúcuta Deportivo se llevó 12 uruguayos, y el Independiente Medellín un número similar de jugadores peruanos, la cuarta potencia continental por entonces.

Sin sus cracks, y por una controvertida decisión política del gobierno del general Perón, la Argentina renunció a la Copa del Mundo de 1950. "Las estadísticas demuestran que, al menos, Brasil tenía que prepararse para hacer frente a un opositor que de los últimos diez años había ganado ocho de los 13 partidos entre ambos, con dos goleadas 5-1 y otra por 6-1", advirtió el diario O''Globo en aquella nota. Aquello no pudo ser, pero hoy está vivo el sueño de una reparación histórica.