BELO HORIZONTE / Daniel Lovano,

enviado especial de EL POPULAR Medios

"¿Os melhores de Espanha estão na Argetina, comcordan?". Bueno, este es uno de los tantos tuits que aparecen en los dos principales programas deportivos de ESPN Brasil, "Bate bola" y "Linha de passe", una especie de "Hablemos de fútbol" en idioma portugués, y la primera referencia es sólo porque al levantar la cabeza fue el mensajito que apareció en el zócalo de la televisión.

Acá en Brasil, aunque desde allá suene casi irrisorio, tratándose del país de los pentacampeones del mundo, se manifiesta un respeto enorme por la camiseta argentina, por la historia argentina y por los jugadores de esta selección de Sabella, que el domingo arrancará el camino de la Copa frente a Bosnia Herzegovina en el estadio cuyo último partido mundialista fue apenas... "El Maracanazo".

Acá en Belo Horizonte se ven más chicos con la camiseta de Messi que con la de Neymar; eso que ambos tienen casi el mismo impacto mediático y la mayor parte del año visten la misma camiseta desde el pasado invierno.

Los periodistas estaban hablando de los "cuatro fantásticos" de la delantera argentina, de la llegada de Messi, cuando en pantalla aparece Juan Pablo Sorín de movilero con tres chicos argentinos, uno tocando el Himno Nacional con una improvisada flauta de plástico, otro chico con la camiseta de River contando su historia con una carpa en mano. "No tenemos entradas, vinimos a vender artesanías para ver si podemos juntar unos mangos para comprar una entrada, y los brasileños son muy buenos con nosotros", dijo.

Después siguió el debate en torno de la selección argentina, al mismo tiempo que existe un descreimiento hacia la selección brasileña que no suena creíble, sobre todo tratándose de una camada que tiene a dos de los centrales más valiosos del mercado europeo (Thiago Silva y Silvio Luiz), ni hablar de los laterales (Dani Alves, Maicon, Marcelo) y un figura como Neymar.

Las dudas se centran en algunas cuestiones mostradas sobre todo en el último partido amistoso de los anfitriones, que la pasaron muy mal frente a Serbia. La inexperiencia, las fallas defensivas y los problemas en el juego aéreo de las dos áreas son temas recurrentes de los periodistas cuando hablan de la "canarinha", y siembran dudas acerca de la respuesta de sus jugadores ante la presión de evitar un segundo colapso en propia tierra.

"En la Argentina critican a la defensa, pero hace cinco partidos que no le meten un gol", dicen desde acá, mientras desde allá se habla de la fragilidad y vulnerabilidad del sistema defensivo albiceleste que, en realidad, tiene más que ver con el poco tiempo que el equipo nacional se da en la transición por elección táctica y en condiciones individuales, más sus dificultades para defenderse con la pelota.

"La Argentina le ganaba con comodidad a Eslovenia y en un momento los rivales miraron para el costado y estaban por entrar Messi, Agüero y Di María, más Higuaín que lo están cuidando por un tema físico. ¿Cuántas selecciones se pueden dar ese lujo?", reflexionó uno de los conductores de "Linha de Passe", el programa que antecede al "Sport Centel" brasileño.

Así son las cosas acá. Los brasileños creen más en las capacidades de la selección argentina de lo que se sospecha de las Cataratas del Iguazú para abajo.