El deportista bataraz tuvo un gran ritmo en la serie con un tiempo de 54" 546 y así, irá en busca de una medalla mundial. Llegó detrás de uno de los mejores del planeta como lo es el brasileño Fernandes de Padua, quien se impuso con un registro de 53" 216, mientras que completó el podio el español Adrián Castaño con 56" 505 en el tercer lugar. Estos tres nombrados fueron los que ganaron un lugar, de manera automática, en la definición, que se realizará mañana desde las 5 (hora argentina).

En la serie, completaron la clasificación el italiano Salvatore Ravalli (4º) con 57" 643, el estadounidense Ryan Padilla (5º) con 1 minuto, y Nasreddine Baghdadi de Argelia que no largó por un problema, y el polaco Jakub Tokarz, que fue descalificado. En la segunda serie y la más rápida, el ganador fue el húngaro András Rozbora con 50" 002, segundo el inglés Ian Marsden con 50" 926, y completó el podio el ruso Igor Korobeynikov con 51" 189.

Luego de la serie, dos horas después, llegó el momento de la semifinal. Aquí, ganó el alemán Christian Mathes con 53" 765, segundo fue el australiano Colin Sieders con 56" 135, tercero el español Adrían Castaño con 57" 229, cuarto el italiano Salvatore Ravalli con 58" 531, y quinto el estadounidense Ryan Padilla con 1m 8" 360.

"Quiero más"

Con relación a su actuación, Lucas Díaz se demostró sumamente feliz pero advirtió que ahora irá por más. "El objetivo está cumplido, ya que queríamos estar dentro de los nueve palistas más rápidos del mundo. Sin embargo, ahora quiero más y buscaré esa medalla tan deseada para arribar a Olavarría con algo colgado en el cuello", señaló.

Al mismo tiempo, confesó que "antes de largar, sentí que había que dejar todo ahí, que era el momento que tanto esperaba. Se me cruzaron millones de cosas como amigos, mi familia, el club, hasta que llegó el momento de salir y me concentré solamente en la carrera".

Luego, en cada metro recorrido de la competencia, demostró su buen ritmo para arribar en el segundo lugar. "Me sentí muy bien, pero al mismo tiempo muy ansioso y nervioso. Estuve tan pendiente del largador que me jugó en contra. Hasta los 80 metros venía disputando la ultima posición, pero de a poco comencé a sentirme más cómodo y mejor desde el aspecto físico", dijo Díaz.

Sin embargo, confesó que "la salida fue pésima, algo que veníamos trabajando y habíamos solucionado, pero los nervios pudieron más. Tendré que mejorarlo para la final".

Al considerar si era el resultado que esperaba, manifestó que "fue lo que venimos a buscar y por eso me imaginaba estar en la final; ahora vamos a dar el todo por el todo. Ya sabemos los aspectos que hay que mejorar, pero con la preparación y armas que hoy tenemos, podemos batallar hasta el final".

Además, agregó que "la idea es cambiar de kayak y que todos los de la final corramos en un K1 paracanoe, que es más rápido y en consecuencia, es más fácil bajar los tiempos. La realidad es que lo probé y me gustó, pero no es mi momento para experimentar. Veremos qué pasa".

Por último, Lucas Díaz agradeció a todas las personas que hicieron posible su presencia en la cita mundial que se desarrolla en tierras rusas. "Quiero agradecer a mi club Estudiantes, a la Federación y al Enard que nos brindó todo lo mejor, tanto en República Checa como aquí en Rusia. También es clave mi entrenador, Alejandro Driuzuk, quien es el que deposita la confianza en mí".