Daniel Lovano / dlovano@elpopular.com.ar

Martín Trumpio terminó el invierno con una medalla dorada. El olavarriense, que forma parte del equipo de provincia de Buenos Aires, el jueves se coronó campeón de la modalidad biatlón sprint en los Juegos Argentinos de Invierno 2018 que finalizarán mañana en Ushuaia, y donde participan delegaciones de Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Tierra del Fuego, Mendoza y Neuquén.

Para Martín es su segunda presencia en estos Juegos, aunque el año pasado lo hizo representando a la Federación Argentina. Es uno de los 19 miembros de la delegación bonaerense, y llegó luego de participar el pasado mes en el campeonato Sudamericano que le dio una medalla de bronce y un cuarto puesto.

Cómo desembarcó en la nieve un pibe nacido y criado en Olavarría, ciudad donde con suerte nieva una vez por década, tiene todo un relato detrás. "Es una historia medio larga. En 2014 vine a hacer el Cruce de los Andes de Chile a la Argentina, y ahí conocí a la selección nacional de biatlón. Me comentaron un poco cómo funcionaban, y yo les conté que corría desde muy chico. Me invitaron para probarme, quedé y en 2015 me vine para el Sur" reveló.

La charla se produjo ayer cerca del mediodía, a pocos minutos de la segunda medalla de Martín, bronce en los 12,5 kilómetros de persecución en masa. Pero su fuerte es el sprint, una prueba olímpica contra relej que combina tiro y esquí.

"Es una disciplina muy popular en los países nórdicos. Combina el esquí de fondo con el tiro deportivo, en un circuito que tiene subidas y bajadas. A diferencia del snowboard o del esquí alpino, en el esquí de fondo se necesita movilidad propia. Acá hay que emplear distintas técnicas para avanzar, y en los otros se trabaja con la inercia" explicó.

¿Cómo hizo alguien que vivió todo el tiempo lejos de la nieve para convertirse en un atleta de los deportes de invierno? "Costó bastante. Seguimos corrigiendo técnica para mejorar, pero nada es imposible y estamos contentos porque los resultados llegaron pronto" celebró Martín.

¿Y cómo hace un atleta para esquiar, bajarse de los esquíes con 190 pulsaciones por minuto, y afrontar una parte de la competencia que requiere precisión extrema? "Usamos carabinas especiales para competición, calibre 22, propiedad de la Federación de Biatlón porque son muy costosas. Se trabaja todo, porque en un minuto debemos bajar las pulsaciones y disparar. Todo se entrena. Es una exigencia importante llegar al polígono con muchas pulsaciones, relajarse, separar el esquí del tiro, bajar la frecuencia cardíaca y disparar" explicó.

Suboficial del ejército, reparte sus días entre Bariloche y Olavarría. Que no haya nieve no es un motivo para alejarse del deporte. "En verano suplantamos el esquí por el roller esquí, con las mismas botas, fijaciones y los bastones que se utilizan en la nieve. Se entrena con las mismas técnicas para no perder la forma cuando no estamos en temporada. Hay que rebuscársela, pero cuando a uno le gusta un deporte siempre aparecen las soluciones. Y como tengo que sumar horas de fondo también hago ciclismo, perdestrismo y le meto mucha natación" comentó.

Su éxito en este certamen, que contó con la participación de representantes olímpicos argentinos, sirvió para seguir alimentando su sueño.

"Hay que respetar todos los pasos, entrenarse, mejorar cada día, pero en el renglón de arriba de mi carrera deportiva están los Juegos Olímpicos de Invierno. Espero seguir creciendo para estar en los de 2022, que se van a disputar en Berlín" confesó.

Y nada parece imposible para alguien que salió de Olavarría y acaba de consagrarse campeón argentino de un deporte sobre la nieve.