Daniel Lovano / dlovano@elpopular.com.ar

Escrutar en hasta el fondo del archivo del fútbol argentino y buscar jugadores que hayan disparado el impacto que provocó Pedrito De la Vega con apenas 17 años, tres partidos y sólo 159 minutos en Primera División es arriesgarse a una sensación de escalofrío y a un pudor que impide seguir con nombres propios.

Esta irrupción se mezcla con la cuestión afectiva, y puede ganarle a la necesaria imparcialidad periodística. Entonces, qué mejor que recurrir a gente que camina por las calles de la Ciudad y ha conocido desde adentro, y en distintas épocas, al viejo y glorioso fútbol argentino.

La sabiduría que puede ofrecer "Fatiga" Russo, las afinidades de puesto con Fernando Di Carlo y Mario Paternó, la experiencia de Hugo Alves o Abelardo Carabelli les dan autoridad más que suficiente para reflexionar sobre esta aparición que entusiasma como pocas en el último tiempo.

El "Tero" Di Carlo tiene varios puntos de contacto. Jugó como delantero y también en Lanús logró concretar todo lo que prometía cuando apareció con la edad de Pedro en la primera de Estudiantes. "Es simple para definirlo. Lo conozco, porque lo padecimos de chico: cuando jugaba contra nosotros nos pintaba la cara con 11 ó 12 años. A los 17 hace allá lo mismo que hacía en inferiores acá, y eso es lo más difícil. No le pesa el entorno, un estadio con 50 mil personas, nada. Eso es lo que me resulta increíble" subrayó el "Tero".

"Me parece que es una de las apariciones más importantes del fútbol argentino. El viernes encaró a Mayada y a Martínez Cuarta y los dejó pintados, como lo hacía con los pibitos de las inferiores de Embajadores", destacó.

Hugo Alves hizo su mismo camino, de Olavarría a la gran urbe, y una vez allí en la recordada selección juvenil de Maradona. "El pibe es un crack, lástima en el momento que le tocó debutar, con este equipo de Lanús. Es un jugador bárbaro. Hay que llevarlo despacio, pero no me cabe ninguna duda de que Pedrito no va a estar mucho tiempo en la Argentina, que va a ser un grande del fútbol y va a llegar a la selección mayor" pronosticó el asistente de Ricardo Gareca en la selección de Perú.

"Conozco a los papás, lo conozco y sé que es un pibe muy centrado. Eso lo va a ayudar mucho en su carrera. Hay que dejarlo tranquilo, no cargarlo de responsabilidades, ni tirarle la mochila, porque aún es un pibe" advirtió.

Abelardo Carabelli lo vio crecer desde abajo y podría anticiparle las sensaciones de ponerse la ropa de AFA. "A Pedrito lo he sufrido de chiquito cuando él estaba en Ferro y yo en Embajadores. A tal punto que un día, en una final, hizo un gol maradoneano y me levanté del banco de suplentes para aplaudirlo" recordó el lateral derecho de la selección campeona de mundo en 1979.

"Cuando le tocó debutar contra Racing entró con una tranquilidad asombrosa. Salió a jugar como él sabe; tiene cosas de un jugador diferente. Ojalá lo podamos disfrutar mucho tiempo, pero no creo, porque en cualquier momento se lo van a llevar" anticipó.

Siguiendo con los puntos de contacto, hay otro que fue crack, que irrumpió con el mismo desparpajo y salió de las divisiones inferiores de Ferro. Hoy es el presidente de la Liga de Fútbol de Olavarría. "Estoy gratamente sorprendido, porque tanto éxito en tan pocos partidos en Primera no es normal. Es un chico con mucho futuro, y que además esté citado para la selección Sub 20 es una alegría enorme. Y todo se potencia porque es el hijo de un amigo" comentó Mario Paternó.

Francisco Russo jugó en uno de los dos o tres mejores equipos de la historia, y compartió el comienzo de genios del fútbol argentino que no tiene sentido mencionar para evitar malas interpretaciones. "Ojalá que Pedro, que tiene una buena familia, no se la crea todavía y espere con paciencia el paso del tiempo. Recién está empezando a jugar, tiene 17 años, y para todos los que lo conocemos es una gran alegría lo que le está pasando" celebró.

"Veo que los periodistas lo están apresurando demasiado. Lo están elogiando de una manera que no es buena y no me parece bien que lo hagan crack antes de tiempo, porque cada partido es un examen y los mismos que ahora lo ponderan, cuando lleguen los bajones no van a tener piedad" reflexionó "Fatiga" y agregó: "Tiene buenos consejeros; Lisardo es buena gente, la mamá también, los hermanos también. Ojalá que desde su lugar lo tranquilicen y que no escuche tantos comentarios halagadores".