El sábado 6 de octubre con partidos entre jugadores actuales y de las últimas décadas, el Racing Atletic Club inaugurará formalmente el nuevo tecnopiso deportivo de su gimnasio principal enclavado en la Avenida Colón.

La ocasión será propicia para compartir un grato momento con deportistas, dirigentes, socios y simpatizantes con que cuenta la entidad hoy y las generaciones que han transitado por el mismo en sus sesenta años de existencia, más funcionarios del gobierno municipal e invitados especiales que seguramente adherirán a tan especial momento.

Por ello y para compartir la velada, se invitó de manera especial a ex jugadores de básquetbol que se quieran sumar, integrando los equipos que están conformando el Director de Básquetbol Matías Orlando y el recordado ex jugador José Luis Salías.

Una historia con sabor a pueblo. Las simpatías con dos grandes del fútbol nacional de los albores del pasado siglo dividieron una mañana otoñal a un grupo de pibes con ansias de conformar un nuevo club.

Así alinearon en el baldío de General Paz y Lamadrid los adherentes al Racing Club de Avellaneda, el múltiple campeón por esos años, y Porteño. El partido finalizó 1-0 para los primeros y así quedó instaurada la marca: Racing Atletic Club de Olavarría.

Era la mañana del domingo 16 de abril de 1916 y los jovencitos comandados por "Batata" Villemur y en donde estaba entre otros Ignacio Zubiría, fueron entusiastas, tenaces y perseverantes, pese a no tener un lugar en la ciudad donde practicar el popular deporte.

Tras once años de vivir "de prestado" y con el aporte de tres asociados se logró comprar parte de las tierras donde se emplaza hoy el club: "la quinta del alemán", sobre la margen izquierda del Tapalqué, aguas abajo a partir del "puente de hierro" sobre Avenida Colón, que por entonces tenía otro nombre.

Así se logró inaugurar "el Field Olavarría" el 14 de agosto de 1927 y ahí comenzó otra historia, que como dice la canción tanta veces tarareada en el parque, estuvo "llena de gloria" y esa sí que es una linda historia. (Fuente: Gustavo Burgardt)