La salida de Costa Rica en cuartos de final, luego de caer con tiros desde el punto penal ante los holandeses, clausuró el terreno de lo inesperado, al que se habían circunscripto las prematuras eliminaciones de España -último campeón-, Italia, Inglaterra y Portugal.

Argentina y Holanda jugarán el miércoles desde las 17 en el Arena Corinthians de San Pablo un cruce con rica historia mundialista, que será el quinto antecedente y tercero de eliminación directa en la competencia.

El más importante que protagonizaron fue la final del Mundial 1978, que el seleccionado de César Luis Menotti ganó en el estadio de River Plate por 3-1 en tiempo adicionado, luego de empatar 1-1 en los 90 minutos.

Holanda lleva una mínima ventaja por su goleada 4-0 en la segunda ronda de Alemania 1974 y el 2-1 en los cuartos de final de Francia 1998. El registro restante es un empate sin goles en la primera ronda de Alemania 2006.

A la semifinal de San Pablo, Argentina llega con el plus de haber resuelto su partido de cuartos de final con Bélgica (1-0) en el tiempo reglamentario; mientras los holandeses recurrieron a los penales para eliminar a los "ticos", luego de 120 minutos extenuantes.

Ambos están invictos y exhiben un dato estadístico que los contrapone: Holanda es el equipo más goleador del torneo junto con Colombia (12) y Argentina, después de Costa Rica (2), integra el grupo de los seleccionados que menos tantos recibieron con 3.

Para la búsqueda de su tercer título mundial, luego de los conseguidos en 1978 y 1986, el equipo de Alejandro Sabella se apoyó en su capitán Lionel Messi, autor de cuatro de los siete tantos en el Mundial y figura en cuatro de los cinco partidos jugados.

Holanda, que busca su primera corona y la cuarta final en 10 ediciones, lo hizo amparado en una dupla ofensiva temible: Arjen Robben-Robin Van Persie, que marcaron tres tantos cada uno.

Pero también en la sabiduría de su entrenador Louis Van Gaal, capaz de hacer mutar al equipo a diversos sistemas tácticos pero sin perder la agresividad. Del otro lado del cuadro, aparecen Brasil y Alemania, los protagonistas de la final de Corea-Japón 2002, ganada por los sudamericanos en el único antecedente que registran por Copa del Mundo.

La principal incógnita del partido que se jugará el martes a las 17 en el Mineirao de Belo Horizonte será el modo en que Brasil asimilará la ausencia de su principal figura, el crack Neymar, baja definitiva en la competencia por la fractura de una vértebra lumbar.

Sin su principal arma ofensiva y con un ataque cuestionado, la posibilidad del hexacampeonato podría ingresar en zona de riesgo ante un rival que jugó seis de las últimas ocho semifinales mundialistas.

Alemania, con la misma carga de minutos que su rival (ambos jugaron suplementario en los octavos), surge como una amenaza para frustrar a Brasil en casa tal como lo hizo Uruguay en 1950. Los teutones también arriban a la instancia invictos y con victorias de peso en su campaña: 4-0 a Portugal en primera fase y 1-0 frente a Francia en cuartos.  

Brasil 2014 ingresa en su última semana de competencia con los candidatos esperados para dos cruces de pronóstico incierto.