Si ser sexto en el mundo es un hecho relevante, inédito para una ciudad como Olavarría, un quinto puesto le da un poco más de lustre aún a la extraordinaria campaña de Agustín Vernice en la elite del canotaje mundial.

En una temporada condicionada en todo aspecto por una inoportuna indisposición, en las últimas horas primero redes sociales y luego a través de un comunicado oficial de la ICF el olavarriense se enteró de que su performace fue mejor aún de lo que sabía y todo por un extraordinario actor de fair play de la delegación Noruega.

Los representantes de aquel país nórdico pidieron lisa y llanamente descalificar a uno de sus palistas por saltarse una boya y el olavarriense pasó del sexto al quinto lugar en la final mundial de K1-5000.

El Mundial de piragüismo terminó el domingo en Portugal con la prueba del K1-5000. El podio dice que ganó Fernando Pimenta, que el segundo clasificado fue René Poulsen y el tercero el noruego Eivind Vold. El español Javier Hernanz quedó cuarto.

Hubo diez minutos en los que fue tercero porque la Federación española presentó un recurso a los jueces alegando que el noruego le había tocado y que se había saltado una boya en la última vuelta. Hernanz volvió a quedar cuarto después de que la Federación noruega apelara la decisión de los jueces.

Alegó que los toques en el 5.000 están permitidos y que su palista no se había saltado ninguna boya. Pero luego la medida fue revisada y Agustín Vernice subió del sexto al quinto lugar en la final mundial.