Es decir, que el cereal fue el más perjudicado por el renacer de las retenciones, con una pérdida de hasta 28 por ciento o casi 100 dólares por hectárea en el caso de un planteo en campo alquilado, según el cálculo de Agusto que publicó Agrovoz.

Pese a este escenario, la ecuación para el maíz sigue siendo mucho más favorable que para la soja.

Le saca una ventaja neta del 44 por ciento en campo propio y del 89 por ciento en uno arrendado, que es la modalidad en la que se siembra cerca del 70 por ciento de las hectáreas en Argentina.

Agusto aclaró que se trata de cifras promedio para todo Córdoba, que pueden variar ostensiblemente dependiendo de dónde se efectúe la cosecha. "Los productores que cultiven en los departamentos de la provincia más alejados al puerto, cuya rentabilidad ya es ajustada en el contexto actual, serán los más perjudicados", explicó.

Buenos márgenes

El aliciente es que aún con el impacto de las retenciones, los márgenes esperados son muy superiores a los que dejó la última campaña.

En el ciclo anterior los márgenes de la soja fueron 225 dólares (bruto) en campo propio y una pérdida de 95 dólares con arrendamiento; en maíz, 327 dólares (bruto) y una ganancia de seis dólares al alquilar. Es decir que los esperados para el ciclo 2018/19 son superiores.

La proyección actual, además, está por encima del promedio histórico de las últimos ocho temporadas: en torno a 350 dólares (bruto) y 50 dólares (alquiler) en el caso de la oleaginosa; y alrededor de 320 dólares y 20 dólares, respectivamente, para los planteos del cereal.

Problemas con el girasol

En tanto, de acuerdo con los productores del NEA, la modificación de los derechos de exportación aplicados sobre el girasol generará un verdadero impacto negativo, teniendo en cuenta que la oleaginosa termina con una retención de alrededor del 28%.

En las perspectivas para el Chaco hablan de una cosecha superior a las 72.000 toneladas de girasol.

En una ronda de consultas con productores, técnicos y analistas del sector, hay plenas coincidencias en que "los exportadores se van aprovechar del momento en que se aplica las retenciones, ya está sembrado éste cultivo, no hay como cambiar la producción".

Los productores enrolados en el Grupo Agroperfiles sostienen que el cambio en el derecho de exportación que toca al girasol se da en momentos en que el campo venía con muchas expectativas para esta campaña girasolera. "Realmente molesta esto, es una metida de mano en el bolsillo del generador de riquezas, es una actitud o conducta cuasi confiscatoria", dijeron.