El monólogo de Baby habla acerca de su historia al espectador, a quien lo lleva a recorrer algunos senderos en un viaje sin escalas cuya partida es un mal recuerdo; un presente en una estación llamada "Desidia" y un futuro tan incierto como el principio de la historia.

El recorrido atraviesa calmas y las tempestades en las que nos vimos envueltos con o sin nuestro consentimiento. Solo este singular personaje sobrevivió a tales desmanes, y como un fiel testigo de estos acontecimientos pone sobre el tapete esta historia, la de todos.

Sin pelos en la lengua ni límites dialécticos aborda todos los temas, lleva con su monólogo a una experiencia que conmueve tanto a la risa como al llanto, desde la autocrítica despiadada pinta acuarelas de su vida en la que todos se ven reflejados.

Baby Etchecopar es monologuista, actor y animador, y siempre tuvo la virtud de hacer de culto las cosas que tocó, para bien o para mal. Incomprendido, comprendido, amado, admirado, odiado, criticado, pero nunca desapercibido.