Desde hace varios meses, el Ministerio de Defensa de la Nación, a cargo de Agustín Rossi, trabaja en la reapertura de Fanazul, la fábrica que dejó a más de 200 trabajadores en la calle tras su cierre a principios de 2018.

La planta funcionará ahora como un sitio en donde se destruirán chalecos antibalas. "Se avanza en la puesta en valor de la fábrica y ya salió toda la licitación para la máquina de destrucción de chalecos", le contó a DIB la azuleña y dirigente provincial de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Vanina Zurita, sobre los avances de la reactivación.

La dirigente sindical detalló que "en esta etapa entraron cuatro personas", extrabajadores de Fanazul, y que para el próximo mes esperan por más reincorporaciones. Asimismo, explicó que habrá otros puestos cuando la máquina licitada esté en la planta.

A fines de julio, tal como publicó esta agencia, sonaban otros dos proyectos productivos para Fanazul: uno de desmilitarización (destrucción y disposición final de todo tipo de armamentos y municiones) y otro de cultivo de cannabis medicinal.

La planta ubicada en Azul que cerró a principios de 2018 se dedicará a destruir chalecos antibalas. Aún suenan otros dos proyectos complementarios.

Zurita indicó que por ahora "se han concentrado todos los esfuerzos en esta planta de destrucción de chalecos", y que los otros no están descartados ni confirmados.

Tras los despidos en 2018, Fanazul quedó con 16 empleados: algunos estaban en planta permanente y otros tenían fueros gremiales. La referente de ATE destacó los ingresos actúales pero advirtió que aún se dan lentamente. (DIB)