Nacido en Colonia Tirolesa, un municipio de 5.300 habitantes a 27 kilómetros de la capital provincial, Francisco sufrió durante muchos años su tartamudez, una característica que heredó de su padre René. Por timidez o vergüenza, el joven prefería no hablar en público porque temía -y con razón- que otros chicos se burlaran de él. Hasta que un día se dio cuenta de que al cantar su voz salía en todo su esplendor. "Cantar me salvó -admite Benítez- es como que lo que no puedo decir, lo canto…".

Con un repertorio ligado al folclore y a lo melódico, Francisco se fue animando a relacionarse con la gente de su pueblo, con otros músicos -"cuando él sube al escenario es otra persona, todas sus expresiones las suelta ahí", dice Mariela, la mamá-, con la responsabilidad laboral (entró a trabajar en la Cooperativa de Provisión de Servicios Eléctricos y Públicos Colonia Tirolesa Ltda) y con el amor.

"Un día, como cosa del destino, conocí a mi novia, Rocío, y ella fue la que más me impulsó a que no me quede atrás", reconocía orgulloso Francisco durante el certamen. "Lo que más me gusta de él es que le pone todas las ganas, todas las fuerzas y porque lucha por lo que quiere", describe en sus redes sociales orgullosa Rocío, peluquera de 23 años, también nacida y criada en Colonia Tirolesa.

Cuando ingresó a La Voz Argentina, Francisco no sólo contó lo importante que era Rocío en su vida sino que en pocas semanas serían padres de un bebé -ya conocían el sexo y el nombre elegido, Ciro-, con lo que concretaría su segundo gran sueño: formar una familia. El primero era, obviamente, cantar.

Este domingo, Francisco se consagró como La Voz Argentina 2021 tras cantar "Gracias a la vida". Anteriormente, entre otros temas, emocionó con "Como la cigarra" y "Todo cambia", con lo cual queda clara su admiración por la Negra Mercedes Sosa.

En una elección popular de la que participaron 4.600.000 televidentes, el joven cordobés reunió el 44% de los votos superando ampliamente a los otros finalistas, Luz Gaggi, Ezequiel Pedraza y Nicolás Olmedo. Y la emisión de la final alcanzó un inédito rating de 24 puntos, el más alto de todo el ciclo.

"Mi idea no era ganar si no poder hacer lo que me gusta y estar bien yo", se sinceró Francisco ante Télam. "No me importaba la competencia, la música no es para competir sino para compartir" completó quien, además del reconocimiento, recibió un cheque de un millón de pesos.

De la votación final que disputaron Luz Gaggi, Ezequiel Pedraza, Nicolás Olmedo y Benítez participaron 4.600.000 personas, un récord absoluto para el envío de Telefe. Y fue allí que Francisco obtuvo el 44,3% de los votos del público (que además de convertirlo en ganador, catapultó a Soledad Pastorutti como la coach ganadora por segunda vez en el reality), seguido por Luz (del equipo de Mau y Ricky con el 27,9%), Nicolás (Lali Espósito, con el 14,4%) y, por último, Ezequiel (Ricardo Montaner, 13,4%). "Lo que me llevo es una gran enseñanza de que todo se puede, además de las amistades que hice acá y, sobre todo, una frase que tuvo para mí un significado clave: que la música no es para competir si no para compartir", dijo Francisco.

Francisco no ve la hora de volver a Colonia Tirolesa. Para abrazarse a sus abuelos, Francisco y Rosa, a sus padres, Mariela y René, a sus compañeros de la Cooperativa Eléctrica. Pero muy especialmente a Rocío y a su bebé que nació este lunes, horas después de su consagración. Sin dudas, Ciro llegó al mundo con el premio de La Voz Argentina bajo el brazo.