Esconderse entre los árboles, hacer una choza, encender el fuego, mirar las estrellas, oír el sonido de los animales, son prácticas que a lo largo de los años muchos las hemos perdido. Y es de esas cosas que cuando uno las vuelve a hacer dice "¿por qué me perdí esto tantas veces?". El Grupo Scout "Cristo Rey- 350" de Sierras Bayas lleva más de 40 años tratando de inculcar estas y otras experiencias a los niños y adolescentes de la localidad.

Sobre todo porque como dice el dirigente Victor Hugo Fitte, en Sierras Bayas "la tenemos a cinco minutos". Y es ese lugar, "el aula para nuestras actividades manuales y el desarrollo personal. Es al aire libre donde ellos aprenden habilidades para respetar la naturaleza y a las personas".

Los alrededor de 55 personas que conforman hoy la institución se encuentran todos los sábados de 15 a 18 horas en la Parroquia de Sierras Bayas. Actualmente son 35 chicos y 8 dirigentes y hace 3 años armaron un Círculo de Antiguos Scouts que hoy cuenta con 10 integrantes de alrededor de 50 años que se sumaron para hacer logística de campamentos o actividades, manejan la infraestructura, ayudan a obtener el dinero para hacer viajes, etc.

Durante todo el recorrido por el camino de formación scout, los niños y adolescentes pasan por diferentes ramas y marcos simbólicos que respetan y los guían. En cada instancia van aprendiendo sobre la ayuda y el compromiso con la realidad del barrio o la localidad y se van formando en valores.

Al terminar, Víctor Hugo reconoce que "salen con capacidades, habilidades, que hacen que puedan construir un mundo mejor. Saben bastarse a sí mismos y desenvolverse con valores".

Contribuir en educación

La misión de los scouts en todo el mundo es la de contribuir en la educación de la niñez y la juventud como espacio de educación no formal. Es "un sistema de valores basado en la promesa y la ley que ayuden a formar un mundo mejor". Eso es posible a través del fortalecimiento de vínculos definidos, del aprendizaje mediante la práctica, las manualidades y las experiencias personales y el trabajo y pertenencia a los grupos donde hay que respetar y trabajar junto al líder o coordinador. Además se fomenta el respeto, la confianza y la autodisciplina.

Para todo ello trabajan en vinculación directa con la naturaleza, la ayuda al prójimo y la aventura como ejes. Uno de sus máximos disfrutes cada año es el campamento donde se encuentran scouts de todo el país.

Para finalizar, Fitte manifestó que con este trabajo "educamos cuerpo-mente-alma y la socialización, porque el otro es importante y lo tengo que respetar y aceptar".

Siempre perseverar

Víctor Hugo está desde el primer día de la agrupación en Sierras Bayas. Hace algunas semanas el Rotary Club de la localidad le entregó una distinción por su labor durante este año. "A mí me ha hecho muy feliz haber asumido en mi vida el scoutismo como un estilo de vida", comentó.

Ser dirigente para él es "tener la posibilidad de ayudar a otro para que le encuentre sentido a la vida". Y respecto al obsequio que recibió aseguró que "fue una caricia al alma" y que "el único mérito que tuve es preservar y gracias a esto me encontré con mi vocación docente que estaba escondida".