Miguel Viñuales

"Para la Facultad representa un doble desafío, que consiste en mejorar la comunicación institucional a nivel interno y la comunicación pública de contenidos científicos, por un lado, y el diagnóstico preciso de necesidades socioeconómicas de las poblaciones rurales para diseñar planes de trabajo más efectivos", explica el Dr. Rafael Curtoni, decano de la Facultad de Ciencias Sociales local, de la Universidad Nacional del Centro (Unicén), con relación al proyecto de articulación entre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y dicha casa de altos estudios, que tuvo su primera reunión formal hace unos pocos días.

El encuentro tuvo lugar en Tandil, y asistieron decanos y representantes de todas las facultades de la Unicén, junto con directivos y técnicos del Centro Regional Buenos Aires Sur del INTA (CERBAS), y representantes de otras instituciones gremiales ruralistas y de investigación científica.

Curtoni explica que, si bien INTA es una institución que tiene una fuerte impronta social en su plan de trabajo, y funciona desde hace mucho tiempo en contacto con la Unicén, la principal vinculación ha sido con las facultades de Veterinaria y Agronomía. La novedad está dada en que la convocatoria de INTA se abrió a todas las facultades de la universidad, para desarrollar planes de trabajo más efectivos e integrales.

"Inicialmente nos convocaron en base a una lista donde estaban los títulos de las carreras de licenciatura de cada facultad, así que se nos propuso trabajar en la comunicación institucional. Pero después fueron apareciendo otras propuestas de nuestra parte, basadas en la experiencia de años de investigación antropológica en el grupo de investigación Nures (Núcleo Regional de Estudios Sociales), y que tiene una línea de trabajo específica en lo que hace a antropología rural".

Diagnóstico previo

Según el Dr. Rafael Curtoni, el aporte de la Facultad de Ciencias Sociales puede ser de mucha utilidad para el trabajo que desarrolla INTA en el ámbito territorial que va de la Cuenca del Salado hacia el sur del país, especialmente en base al diagnóstico previo y preciso de necesidades concretas a nivel socioeconómico.

"INTA tiene como mandato político la necesidad de articular su desarrollo científico desde el punto de vista social, y de generar proyectos que, aunque de índole productiva, estén asociados al desarrollo humano. Pero a veces esto no resulta tan sencillo de implementar", explica el decano.

Desde su propia experiencia de campo, Curtoni menciona el caso de planes muy bien pensados desde el marco teórico, que bajan de las altas esferas del gobierno nacional, pero que no se pueden llevar a cabo por chocar con la idiosincrasia previa de los grupos humanos sobre los que se interviene.

"Al no haber diagnósticos sociales previos, los proyectos de trabajo pueden ser muy bien diseñados e intencionados, pero fracasan por resultar casi incrustados por la fuerza en un ámbito donde no se los recibe de buen grado. Por ejemplo, incentivar la producción apícola o de huerta orgánica en una población pequeña de provincia, que lleva generaciones dedicada a la cría de cabras", concluye.

Doble desafío

Dentro de los dos ámbitos de trabajo que se abren a partir de la vinculación de Cerbas - INTA con la Facultad de Ciencias Sociales, y aunque en ambos casos representa una oportunidad de desarrollo científico, el Dr. Rafael Curtoni hace hincapié en el desafío que se plantea con la comunicación institucional originado en la demanda inicial.

"La mayoría de los INTA tienen problemas de comunicación institucional interna y externa, es decir, la vinculación entre sí y la divulgación pública de sus desarrollos científicos y socioproductivos", explica, dando a entender que la principal causa es la enorme extensión territorial de la institución, y el amplio abanico social y científico sobre el cual trabaja.

Por este motivo, Curtoni considera que el principal desafío para la Facultad de Sociales pasa por ese ámbito de trabajo. Respecto de la cuestión de diagnóstico antropológico, considera que aunque es de la mayor importancia, no representa algo nuevo para la facultad, puesto que hay mucha experiencia de campo en investigación sobre antropología rural, y también sobre implementación práctica de los resultados obtenidos.