"Miles de personas, entre ellos muchos cristianos, expulsados de sus hogares de una manera brutal; niños muertos de sed y de hambre durante la fuga; mujeres secuestrada; violencia de cualquier tipo; destrucción de los patrimonios religiosos, históricos y culturales. Todo esto ofende gravemente a Dios y la humanidad", advirtió.

El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, informó que Francia y Gran Bretaña se sumarán a las operaciones en Irak y dijo que los bombardeos "no tienen una fecha de finalización".

Apenas horas más tarde, en su cuenta de Twitter el papa Francisco afirmó que "la violencia no puede ser derrotada con más violencia. Danos la paz, Señor, en nuestros días".