El accidente se habría producido al pararse uno de los motores del avión momentos después del despegue. Irán cuenta con una flota aérea obsoleta y lleva varios años enfrentándose a grandes dificultades para encontrar piezas de repuesto debido a las sanciones internacionales, lo que suele ocasionar graves retrasos en los vuelos internos.

"Fue una escena terrible. La cola del avión cayó sobre una ruta. Afortunadamente, se estrelló a 500 metros de un mercado. Si hubiese caído sobre este, habría muchos muertos más", declaró un testigo citado por la agencia Fars. La televisión local mostró imágenes del aparato completamente carbonizado, con partes esparcidas en los alrededores.

La última tragedia aérea en Irán había ocurrido en enero de 2011, cuando un aparato se estrelló mientras trataba de hacer un aterrizaje de emergencia durante una tormenta de nieve, lo que provocó la muerte de 77 personas. En julio de 2009, la caída de otro avión en ese país dejó 168 víctimas.