Fenómeno Geofísico: El Iceberg A23a Sigue Girando en el Océano Antártico
El iceberg A23a, el más grande del mundo, está atrapado en un vórtice sobre una montaña submarina, girando lentamente sin una fecha clara de detención. Este fenómeno ha captado la atención de científicos que monitorean su impacto ambiental.
El iceberg A23a, el mayor del mundo, sigue girando en círculos tras liberarse de la Antártida en 2020. Este gigantesco bloque de hielo, con una superficie de 3,885 kilómetros cuadrados y más de 300 metros de profundidad, comenzó su lenta deriva hacia el océano Antártico hace más de tres años. Actualmente, A23a se encuentra atrapado en un vórtice sobre una montaña submarina, girando lentamente con un ángulo de rotación de 15 grados por día, según la Prospección Antártica Británica.
El iceberg está situado cerca de las islas Orcadas del Sur, a unos 603 kilómetros al noreste de la península antártica. El fenómeno de rotación se debe a que el iceberg está atrapado en una columna de Taylor, una corriente formada alrededor de montes submarinos que provoca un giro lento en el agua. Esta columna tiene un diámetro de unos 100 kilómetros y una altura de aproximadamente 1,000 metros.
El A23a se desprendió de la barrera de hielo Filchner en 1986, el mismo año que su predecesor, el A23. Durante tres décadas, el A23a permaneció en el mar de Weddell antes de liberarse y comenzar su deriva hacia el océano Antártico. A diferencia de otros icebergs que suelen ser absorbidos por la corriente circumpolar antártica y se dirigen a aguas más cálidas donde se derriten, A23a está inmovilizado en esta columna de Taylor, lo que impide su movimiento rápido.
Alex Brearley, oceanógrafo físico y jefe del grupo de investigación de océanos abiertos de la Prospección Antártica Británica, comentó que la rotación del iceberg es un "fenómeno geofísico bastante genial" y que no se sabe con exactitud cuánto tiempo permanecerá en su lugar. Aunque el iceberg está girando lentamente, su deshielo no contribuirá significativamente al aumento del nivel del mar, ya que el deshielo de los icebergs no afecta directamente el nivel del agua del mar.
Christopher Shuman, glaciólogo de la Universidad de Maryland, sugiere que el A23a podría seguir un camino similar al del iceberg A68a, que también giró durante meses antes de moverse hacia el Atlántico Sur y desintegrarse. Si el iceberg permanece en la columna de Taylor durante un tiempo prolongado, podría afectar al plancton y otros organismos marinos debido a los cambios en el ambiente local.
El fenómeno destaca la fascinación continua por los misterios de la Antártida, un continente que sigue sorprendiendo a los científicos y capturando la atención global con sus eventos únicos y dramáticos.