Las Perseidas no es la lluvia de meteoros más grande, pero si la que goza con mayor popularidad ya que es muy fácil verlas en el hemisferio norte. Esta lluvia bebe su nombre de la constelación de Perseo, de donde es radiada.

También se les llama lágrimas de San Lorenzo ya que el día de este santo es el 10 de agosto. Este religioso fue quemado en la hoguera, y la coincidencia del fenómeno con su día, hicieron que los coetáneos de la Edad Media pensasen que eran sus lágrimas.

Tanto la Lluvia de perseidas como el resto de lluvias esta relacionada con un cometa. Las tan deseadas «estrellas fugaces» están formadas por diminutas partículas de polvo, de diferente grosor, generalmente menores a un grano de azúcar.

Una vez que el cometa se adentra en las regiones más cercanas al Sol, su núcleo compuesto por hielo y rocas, se sublima debido a la acción de la radiación solar creando las características colas de polvo y gas. La acumulación de estas partículas genera la ilusión óptica que se dispersa por la órbita del cometa.