La costa sureste de Estados Unidos está en alerta ante la llegada del huracán Florence, una de las tormentas más intensas en décadas.

El gobernador de Carolina del Sur ordeno la evacuación de todo el litoral del estado -casi un millón de personas-, mientras que Carolina del Norte y Virginia declararon estado de emergencia.

Las autoridades dicen que Florence es ahora una tormenta categoría 4 en la escala de Saffir-Simpson, con vientos de 220 km/h y que está ganando fuerza.

A primera hora del lunes Florence era un huracán de categoría 2 aunque se intensificó rápidamente con el paso de las horas.

El sistema meteorológico podría alcanzar categoría 5 conforme adquiera fuerza de las aguas cálidas del Atlántico, advierten los meteorólogos.

Sería la primera tormenta categoría 4 o 5 en azotar esa parte de la coste este de EE.UU. desde que Hugo devastó Carolina del Norte en 1989, causando daños por valor de US$7.000 millones y 49 muertes.

El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) dice que Florence tiene las características de un evento meteorológico "extremadamente peligroso". Y podría traer niveles catastróficos de lluvia e inundaciones a las regiones costeras y del interior.

El NHC dice que "existe un riesgo cada vez mayor de que Florence traiga consecuencias mortales: marejada en la costa, inundaciones de agua dulce a causa de lluvias intensas y prolongadas en tierra y vientos huracanados peligrosos".

El meteorólogo Dan Miller, del NHC, dijo al diario The State, en Carolina del Sur, que "algunos van a sufrir daños devastadores si la tormenta continúa como se prevé hasta ahora".

Los expertos temen que una vez que toque tierra, Florence se quede encallado unos días en en la zona de impacto, produciendo inundaciones catastróficas. (BBC Mundo)