El viernes, Estados Unidos lanzó sus primeros ataques en Irak, cerca de tres años después de su partida, para tratar de detener el avance de los yihadistas del Estado Islámico (EI) que amenazan al Kurdistán y a miles de civiles después de haberse apoderado de grandes territorios.

Las fuerzas iraquíes y kurdas se preparaban este sábado para recuperar el terreno perdido en el norte de Irak tras los bombardeos estadounidenses contra posiciones yihadistas, que Washington está dispuesto a continuar "si es necesario".

Tras un día de ataques aéreos estadounidenses contra los yihadistas del grupo EI, un alto oficial en el Kurdistán iraquí dijo que había llegado el momento de contraatacar.

"Tras los ataques de Estados Unidos, los peshmerga primero se reagruparán, luego se desplegarán en áreas de las que se habían retirado, y por último ayudarán a los desplazados a volver a sus hogares", dijo Fuad Husein a los periodistas el viernes en Erbil, la capital kurda.

Los combatientes del EI se encuentran a apenas unos 40 km de Erbil, pero aún no han cruzado la frontera de la provincia autónoma.

Para el ministro iraquí de Relaciones Exteriores, el kurdo Hoshyar Zebari, el hecho de no haber ayudado militarmente a los peshmerga fue un error.

Sin embargo, consideró que los ataques aéreos estadounidenses detuvieron el deterioro de la situación sobre el terreno y permitieron a las autoridades federales y kurdas luchar "codo con codo en las mismas trincheras", dijo.

"Si es necesario"

"No voy a dar un calendario preciso", dijo Obama este sábado en conferencia de prensa, poco después de los primeros bombardeos estadounidenses en el norte de Irak e insistió en que era imperativo establecer un gobierno creíble en Bagdad.

El mandatario se mostró confiado en que Estados Unidos podrá impedir que los militantes del EI lleguen a las montañas y "masacren a la gente que se refugió allí".

Obama insistió en que lo más importante en este momento es la formación de un gobierno de unidad en Irak, porque "en ausencia de un gobierno iraquí, es muy difícil lograr un esfuerzo unificado" contra los yihadistas.

Al subrayar que las profundas divisiones étnicas y religiosas en Irak afectan los esfuerzos para combatir al EI, Obama dijo que sería más fácil movilizar a los iraquíes y obtener apoyo internacional una vez que esté en marcha un gobierno inclusivo.

"En última instancia, solo los iraquíes pueden asegurar la seguridad y estabilidad de Irak, y Estados Unidos no puede hacerlo por ellos, pero podemos y seremos socios en ese esfuerzo", dijo el presidente.

"Continuaremos brindando asistencia militar y asesoramiento al gobierno iraquí y las fuerzas kurdas mientras batallan contra estos terroristas" para que no puedan establecer un refugio permanente, agregó.

El más alto dirigente chiita del país, el gran ayatola Alí Sistani, hizo alusión el sábado al primer ministro Nuri al Maliki, deplorando que haya personas que no deseen "el bien del país".

AFP