Una ola de calor intensa ha estado afectando a Brasil en los últimos días, con temperaturas extremadamente altas en varias ciudades, como Río de Janeiro y Brasilia. La sensación térmica alcanzó un récord de 58,5 grados, lo que ha llevado a quince estados a estar bajo alerta por el calor extremo. Río de Janeiro registró una temperatura de 39 grados, mientras que en Brasilia se alcanzaron los 37,3 grados, marcando la temperatura más alta del año.

 Este calor inusual ha llevado a un consumo récord de energía eléctrica en el país. Por otro lado, el Pantanal brasileño, el mayor humedal del mundo, está siendo devastado por incendios "fuera de control", poniendo en peligro la fauna y la vegetación de la región. Los incendios han afectado gravemente vastas extensiones de este ecosistema único, con un impacto devastador en la vida silvestre. Los especialistas señalan que estos incendios son causados principalmente por la acción humana, exacerbada por una sequía excepcional. 

El Pantanal alberga una biodiversidad única, con cientos de especies de aves, mamíferos, peces, reptiles, anfibios y plantas en peligro debido a estos incendios. La combinación de la ola de calor y los incendios descontrolados representa un grave desafío para la región, con consecuencias que podrían ser devastadoras para su ecosistema. Es necesario tomar medidas urgentes para proteger esta invaluable reserva natural y su biodiversidad.