Los mandatarios Lula da Silva, de Brasil, y Nicolás Maduro, de Venezuela, expresaron su preocupación por el "avance de la derecha" en referencia al próximo Gobierno de Argentina, liderado por el libertario Javier Milei. Lula destacó la capacidad de diálogo del ministro de Hacienda, Fernando Haddad, con países de diferentes orientaciones políticas, mientras que Maduro se refirió al triunfo de Milei como el surgimiento de "focos de ultraderecha" en la región. 

La ceremonia de asunción del mandatario electo Javier Milei el 10 de diciembre ha generado controversia. Según el asesor especial de asuntos internacionales brasileño, Celso Amorim, Lula se sintió personalmente ofendido por los insultos de Milei y, por lo tanto, es improbable que asista. Por su parte, el ministro de Comunicación Social brasileño, Paulo Pimenta, instó a Milei a pedir disculpas a Lula antes de entablar un diálogo institucional. En relación a las declaraciones de Nicolás Maduro, el presidente venezolano expresó su preocupación por el triunfo de Milei, afirmando que representa una "extrema derecha neonazi" con un "proyecto colonial para toda América Latina y el Caribe".

 Maduro comparó a Milei con dictadores como Augusto Pinochet y Jorge Rafael Videla, y destacó la importancia de recordar la historia para evitar la imposición de un modelo de Estado represivo. Mientras tanto, el exmandatario Jair Bolsonaro confirmó su asistencia a la ceremonia de asunción de Milei, a pesar de los insultos dirigidos hacia Lula durante la campaña electoral. Es evidente que las declaraciones de los mandatarios de Brasil y Venezuela han generado un clima de tensión en la región, en medio de un escenario político en Argentina que sigue siendo motivo de debate y controversia.