El diálogo con que el gobierno y la oposición de Venezuela buscan superar la crisis política que vive el país desde febrero pasado siguió sin avanzar, pero tanto las dos partes como los testigos extranjeros aseguraron que el proceso no está terminado.

El nuncio apostólico en Caracas, Aldo Giordano, y los cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador, Luiz Figueiredo, María Angela Holguín y Ricardo Patiño, respectivamente, resaltaron la voluntad de las partes "para seguir trabajando en busca de soluciones que beneficien a todos los venezolanos".

En la nota, divulgada por la cancillería brasileña, los representantes de la Unasur y el Vaticano expresaron su satisfacción por el rechazo "a la violencia en todas sus formas" expresado tanto por el gobierno como por la oposición.

Los "testigos de buena fue" del proceso reiteraron "su disposición a seguir trabajando con el gobierno de Venezuela y los representantes de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) para continuar el diálogo que permita avanzar en busca de soluciones a los temas que se presentaron".

Las partes "presentaron ideas y deberán ahora reflexionar sobre los próximos avances del diálogo", agregaron Figueiredo, Holguín, Patiño y Giordano, quienes dieron por terminada la visita que efectuaron el domingo y ayer a Caracas.

El secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Aveledo, afirmó hoy que el diálogo "no está roto" pero advirtió que los dirigentes de su sector volverán a las mesas de trabajo "cuando se vean algunas respuestas de parte del gobierno".

En declaraciones al canal Globovisión, Aveledo reveló que en las reuniones del domingo y el lunes con los mediadores, los dirigentes de la MUD transmitieron su descontento por el incumplimiento del gobierno sobre algunos acuerdos y propusieron un método para dar mayor "orden" al proceso y ayudar a "lograr hechos".

El diálogo quedó congelado el jueves pasado, al suspenderse por segunda vez la cuarta reunión del proceso luego de que la oposición revelara que había cancelado su asistencia a las mesas de trabajo ante el incumplimiento por parte del gobierno de varios de los compromisos asumidos en las conversaciones anteriores.

Pese a que el gobierno no informó sobre sus contactos con los cancilleres y el nuncio, el presidente Nicolás Maduro aseguró anoche que "el diálogo existe", aunque advirtió que la mesa de conversaciones con la MUD es sólo "una instancia del diálogo nacional".

En un acto oficial en el palacio presidencial de Miraflores, Maduro pidió que el diálogo "se aprovecha para crear una agenda común para el país", pero señaló que "aquí no se está negociando nada" y que "el diálogo no puede medirse por resultados", consignó la agencia noticiosa AVN.

En tanto, el presidente del parlamento y número dos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) gobernante, capitán Diosdado Cabello, remarcó que el diálogo "no es pacto" y "no es entrega, ni negociación ni capitulación".

Paralelamente, dos jóvenes fueron heridos de bala y las sedes de dos empresas estatales dañadas anoche, durante una manifestación de protesta realizada por encapuchados en el municipio Lechería, en el estado Anzoátegui, donde en las últimas dos semanas se registraron otro herido de bala, dos vehículos oficiales incendiados y ataques a un puesto de la policía comunal.

Las protestas cotidianas iniciadas el 6 de febrero en los estados andinos Táchira y Mérida, y extendidas al resto del país seis días más tarde, dejaron 42 muertos, 835 heridos, 3.102 detenidos -de los cuales 252 permanecían privados de libertad- y 160 investigaciones por presunta violación de derechos humanos, según el último balance oficial.