Francisco ofreció mediar entre Israel y Palestina
El pontífice llamó a los líderes de Palestina e Israel a "elevar una intensa oración pidiendo por la paz" y sentenció que "construir la paz es difícil, pero vivir sin ella es un tormento", al iniciar su segundo día de gira con una misa para más de 8.000 fieles en la ciudad donde, para los católicos, nació Jesús.
"Señor Presidente Mahmoud Abbas, en este lugar donde nació el Príncipe de la paz, deseo invitarle a usted y al Señor Presidente Shimon Peres, a que elevemos juntos una intensa oración pidiendo a Dios el don de la paz", manifestó Francisco.
Los mandatarios aceptaron concurrir al encuentro a realizarse en el Vaticano, en fecha todavía no definida, pero que sería en las próximas semanas ya que el cargo de Peres finaliza a finales de junio.
Este mensaje de paz entre los pueblos tuvo un enorme gesto simbólico cuando, de camino a la plaza del Pésebre en Belén, y en un acontecimiento que no estaba previsto en el cronograma oficial, el pontífice descendió del coche que lo trasladaba para rezar ante el muro de separación erigido por Israel y que aisla a Cisjordania.
El papa estuvo cinco minutos en silencio, tocó su cabeza frente al muro y, sin decir ninguna palabra, continuó su trayecto.
La agenda en Palestina terminó con la visita del líder de la Iglesia Católica al campo de refugiados de Dheisheh.
"No dejen nunca que el pasado les determine la vida. Miren siempre adelante, trabajen y luchen por lograr lo que ustedes quieren", fueron las palabras de Jorge Bergoglio ante decenas de chicos que con carteles demandaron el fin de la ocupación en el territorio.
"Sepan que la violencia no se vence con la violencia. La violencia se vence con la paz, con el trabajo y la dignidad de llevar la Patria adelante", explicó.
Tras su paso por Cisjordania, el pontífice arribó al Aeropuerto Internacional Ben Gurion de Tel Aviv donde fue recibido por el presidente Shimon Peres y el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Allí, Francisco reiteró su llamado a las autoridades para reunirse en el Vaticano: "Suplico a todos, especialmente a los que están al servicio de los pueblos, que intenten todo para que israelíes y palestinos puedan convivir y retomar sin descanso el camino del diálogo y la reconciliación".
"El Estado de Israel tiene derecho a existir y gozar de paz y seguridad dentro de unas fronteras. Palestina tiene derecho a una patria soberana y a circular libremente", manifestó.
En ese sentido, el papa instó a "que la solución de los dos Estados se convierta en una realidad y no se quede en un sueño".
Tras los discursos, el papa argentino se dirigió a Jerusalén donde se realizó lo que la Santa Sede consideró uno de los actos principales de la peregrinación a Tierra Santa: el encuentro con el patriarca de la Iglesia de Constantinopla Bartolomé I.
En el Santo Sepulcro, ambos líderes religiosos repitieron la reunión que en 1964 tuvieron el papa Pablo VI y Atenágoras I y que abrió el diálogo entre ambas Iglesias fundadas por los Apóstoles Pedro y Andrés.
"Nuestra reunión es fuente de profunda alegría espiritual para nosotros", coincidieron Francisco y Bartolomé I.
"Representa una ocasión providencial para reflexionar sobre la profundidad y la autenticidad de nuestros vínculos, fruto de un camino lleno de gracia por el que el Señor nos ha llevado desde aquel día bendito de hace cincuenta años", agregaron.
La agenda del papa en Tierra Santa culminará mañana cuando mantendrá encuentros interreligiosos, se reunirá con Shimon Peres y visitará el Muro de los Lamentos, entre otras actividades.