El papa visitó el Muro de los Lamentos y el museo del Holocausto
Francisco visitó el Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado del Judaísmo, situado en el corazón del casco viejo de Jerusalén, al que se acercó para dejar una oración.
El pontífice llegó al único vestigio del segundo Templo Judío, destruido por los romanos, tras visitar la explanada de las Mezquitas, tercer lugar más sagrado del Islam, que se alza sobre el lugar en el que los judíos sitúan el templo y que es el corazón del conflicto en Oriente Medio.
En un discurso en dicha Explanada, el pontífice llamó a la paz y la justicia y pidió a judíos, cristianos y musulmanes que abran sus corazones y su mente para entender al otro, y pidió que nadie utilice el nombre de Dios para justificar la violencia, según despacho de EFE.
"Mi peregrinación no sería completa si no incluyese también el encuentro con las personas y comunidades que viven en esta Tierra, y por eso, me alegro de poder estar con ustedes, amigos musulmanes", dijo Francisco ante el gran muftí de Jerusalén, Mohamad Ahmad Husein, y otras autoridades islámicas.
Luego, en el Museo del Holocausto el papa Francisco pidió a Dios en el museo del Holocausto en Jerusalén que "nunca más" permita un horror como el del holocausto, "una monstruosidad" y "un pecado" de la que los hombres deben "avergonzarse".
Francisco pronunció una sentida oración tras saludar con calidez a siete sobrevivientes de aquel genocidio, encender el fuego de la memoria y rezar ante una corona de flores que le presentaron una niña católica y un niño judío.