Las intensas lluvias que azotaron el sur de Florida continúan generando estragos en diversos condados, especialmente en Miami-Dade y Broward, donde numerosas áreas se han visto afectadas por inundaciones.

En la llamada "ciudad mágica", que incluye zonas cercanas a la playa como Fountainebleau, Brickell y la Bahía de Biscayne, las autoridades permanecen en alerta debido a las inundaciones, las cuales han llevado al cierre de escuelas y carreteras.

Además, el sistema de transporte público ha experimentado demoras significativas en casi todas sus líneas, afectando a servicios como Metrobus, Metromover, Metrorail y STS.

Como consecuencia de las intensas lluvias, la empresa proveedora de energía eléctrica en el sur de Florida, FPL, decidió interrumpir el suministro en miles de hogares de Miami-Dade el 16 de noviembre.

En ese momento, al menos 48,000 hogares en Miami, más de 15,000 en Broward y 18,000 en Palm Beach quedaron sin electricidad. No obstante, la compañía ha informado que el servicio se está restableciendo gradualmente.

Según informes locales, en North Miami varios vecindarios estaban completamente bajo el agua, y como medida preventiva, se suspendió el suministro eléctrico en esa comunidad.

En Little Havana, se reportó el derrumbe del techo de una vivienda sobre una familia, afortunadamente sin causar daños personales.

Luis Ojeda, afectado por el incidente, compartió su experiencia con NBC: “Cuando desperté, vi el techo sobre mí y entré en pánico. No estoy seguro de si podremos volver a entrar a buscar nuestras cosas, pero lo más importante es que todos estamos a salvo”.