Joe Biden firma una orden ejecutiva para regular el desarrollo de la inteligencia artificial
El presidente Joe Biden tiene previsto firmar el lunes una extensa orden ejecutiva destinada a orientar el desarrollo de la inteligencia artificial. Esta orden impone requisitos a la industria para establecer estándares de seguridad, introduce nuevas protecciones para los consumidores y asigna a las agencias federales una amplia lista de tareas para supervisar la rápida evolución de esta tecnología.
La medida, según informó la Voz de América, refleja el compromiso del gobierno de dar forma al desarrollo de la inteligencia artificial para maximizar sus beneficios y mitigar sus posibles riesgos. La IA es un tema de gran interés para el presidente Biden, dado su potencial impacto en la economía y la seguridad nacional.
El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Jeff Zients, destacó la importancia de actuar con celeridad en este asunto, señalando que no pueden permitirse avanzar al ritmo tradicional del gobierno y deben estar a la par o incluso por delante de la propia tecnología.
La orden se basa en compromisos voluntarios previos de empresas tecnológicas y forma parte de una estrategia más amplia que incluye legislación del Congreso y diplomacia internacional, reconociendo las perturbaciones causadas por la introducción de nuevas herramientas de inteligencia artificial, como ChatGPT, capaces de generar contenido textual, imágenes y sonidos.
Mediante la Ley de Producción de Defensa, la orden exigirá que los principales desarrolladores de IA compartan información sobre pruebas de seguridad y otros datos con el gobierno. El Instituto Nacional de Estándares y Tecnología establecerá estándares para garantizar la seguridad de las herramientas de IA antes de su lanzamiento al público.
El Departamento de Comercio emitirá directrices para etiquetar y marcar con agua el contenido generado por IA, con el fin de distinguir entre interacciones auténticas y aquellas generadas por software. La orden también aborda asuntos relacionados con la privacidad, los derechos civiles, la protección del consumidor, la investigación científica y los derechos de los trabajadores.
Se espera que las tareas especificadas en la orden se implementen y cumplan en un plazo que oscila entre 90 y 365 días, con los aspectos de seguridad enfrentando plazos más tempranos. El presidente Biden revisó y finalizó esta orden ejecutiva en una reunión en la Oficina Oval, a pesar de otros asuntos urgentes que requerían su atención.