Pasaron dos meses desde las inspecciones en las comisarías Primera y Loma Negra del partido de Olavarría, y en las de Chillar y Cacharí del partido de Azul. Pero aún no se ordenó iniciar los trabajos y menos se enviaron los fondos presupuestados ni se definieron contrataciones.

Consultadas fuentes provinciales y locales en los últimos días, dejaron en claro a EL POPULAR que desde la cartera que encabeza Alejandro Granados no hubo más novedades después de las inspecciones.

En tanto, Olavarría sigue sin calabozos y los detenidos son trasladados hasta la localidad de Tapalqué y existe una única comisaría. La situación se repite desde hace al menos tres años con el agravante de que los restantes distritos de la Jefatura Departamental Azul de Policía Bonaerense tampoco tienen calabozos habilitados: todos los detenidos de Azul, Olavarría y Las Flores confluyen en la comisaría de Tapalqué, que también aloja a los propios.

Cabe recordar que la Jefatura Departamental Azul se compone de esos cuatro distritos. Con una población total de 209.535 personas, los distritos de mayor densidad no tienen espacios de detención habilitados.

Fueron varios los sucesos que configuraron esta realidad. Hubo desde resoluciones ministeriales o de juzgados federales, pasando hasta por clausuras por problemas con el suministro de gas. Lo concreto es que con el correr de los meses todas esas prohibiciones o limitaciones tomaron el carácter de permanente, dando lugar a innumerables complicaciones para la mayoría de sedes policiales del centro de la Provincia.

Hoy en día, Tapalqué solamente cuenta con dos celdas colectivas, con la capacidad de 4 personas cada una. Son 95 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta que los agentes de seguridad de nuestra ciudad tienen que hacer cada vez que a una persona judicializada se le confirma la detención, siempre y cuando el cupo esté disponible. Asimismo, en otras ocasiones ese recorrido se tiene que hacer varias veces más cuando ese mismo individuo es llamado a declarar o ser sometido a otros procesos, con el correlato que ello tiene no sólo en el perjuicio horario y en la pérdida de efectivos para las tareas preventivas, sino además en los costos y deterioro de los patrulleros.

Más cambios

Como ya se refirió anteriormente, el distrito con menor densidad de población es el único que cuenta con calabozos habilitados dentro de la Jefatura Departamental Azul de la Policía Bonaerense. Fuentes consultadas ligadas a esa dependencias relataron que las complicaciones en virtud del alojamiento de los detenidos son mayúsculas. El ejemplo más notorio es el incremento de personal realizando tareas preventivas dentro de la sede policial, en vez de llevar tareas externas para garantizar la seguridad de los habitantes de Tapalqué.

"Es destinar personal local para detenidos ajenos", señaló una de las personas con las que pudo hablar EL POPULAR. En ese sentido, se logró saber que al menos un agente está abocado las 24 horas a la denominada "guardia imaginaria" para controlar la situación en torno a los detenidos. Luego, si la situación lo amerita debido al número o peligrosidad de las personas judicializadas, se incrementa la cantidad de agentes.

El dato no menor es que esa sede de seguridad cuenta solamente con cupo para 8 personas que provienen no sólo del propio distrito, sino también de Azul, Las Flores o nuestra ciudad. Asimismo, como si ya eso no bastara, se detalló que en los últimos tiempos juzgados del Conurbano bonaerense también habrían optado por enviar a detenidos a ese sitio.

Sin embargo, la novedad más sobresaliente que se conoció en los últimos tiempos fue la postura adoptada desde el propio Ministerio de Seguridad Provincial de dejar sin efecto una resolución que había sido dispuesta por esa misma cartera bonaerense tiempo atrás. Producto de la sanción de la emergencia de seguridad se estableció que la estación de Policía Comunal de Tapalqué deje de ser una "comisaría de tránsito".

Esa denominación se traducía en que las personas detenidas sólo podían permanecer, como máximo, 48 horas. Ahora el alojamiento es indefinido y queda a criterio del juzgado interviniente. En ese sentido se citaron ejemplos de personas que llegaron a estar varias semanas, superando inclusive el mes de permanencia.

No obstante, con una frecuencia que varía de uno a dos meses, las instalaciones son objeto de inspecciones en materia de higiene, salubridad, seguridad y factor ocupacional. Asimismo, en esto último las fuentes consultadas fueron tajantes en subrayar que una vez colmado el cupo no se aceptan nuevas derivaciones.

El decreto

El jefe departamental de la Policía, Juan Carlos Lazarte, había aclarado a EL POPULAR Medios que la resolución 642/14 establece la rehabilitación de los calabozos clausurados por decisión del Ministerio de Seguridad y deja afuera del proceso a los que fueron cerrados por medidas judiciales.

El comisario agregó que, de esa manera, "en Olavarría la única alternativa es rehabilitar calabozos de la comisaría Primera. Para el resto, Sierras Bayas, Loma Negra e Hinojo, se necesita una orden judicial".

La comisaría Primera cuenta con 6 calabozos: 5 de ellos son individuales -uno de los cuales suele ser reservado a mujeres-, mientras que el sexto es una celda colectiva con capacidad para 10 personas. En tanto, en Loma Negra -la otra sede policial inspeccionada para realizar obras edilicias- se cuentan 3 calabozos: 2 individuales y otro colectivo para un total de 4 personas.

Según trascendió, las obras que se requieren para la reapertura de los calabozos de la comisaría Primera incluyen pintura, instalación de cloacas, de agua caliente y fría, calefacción y un patio de luz.

Lazarte también informó oportunamente que el ministro Granados habilitó las reformas necesarias y que sólo se esperaba el envío de fondos para dar comienzo. A cuatro meses del decreto de Scioli, la espera continúa.