LA SELECCIÓN ARGENTINA, ANTE SUS DESAFÍOS MÁS IMPORTANTES DESDE QUE ES CAMPEONA DEL MUNDO
A casi un año de la consagración en Qatar, la Albicelste pondrá a prueba su poder de fuego contra los rivales más exigentes de 2023.
LA SELECCIÓN ARGENTINA renovará esta semana su fuerte romance con el público que abarrotará el Estadio Monumental para presenciar una nueva función de un equipo que ya no tiene nada que demostrar luego de alcanzar la gloria en Qatar y refrendar en los partidos posteriores que no se relajó y que quiere conseguir más objetivos.
Sin embargo, este jueves tendrá en Uruguay al rival más fuerte de todos los que enfrentó desde que Lionel Messi levantó la Copa el 18 de diciembre de 2022. La Celeste que ahora comanda Marcelo Bielsa comenzó a dar muestras de buen funcionamiento y viene de un triunfo enorme frente a Brasil en Montevideo.
Precisamente, la Verdeamarela será el segundo compromiso que asumirá Argentina en esta doble fecha de Eliminatorias Sudamericanas. Será el martes 21 en el Maracaná, ni más ni menos que una reedición de la final de la Copa América de 2021 que fue el principio de la trilogía dorada de la Scaloneta y que incluyó antes del Mundial el éxito rotundo en la Finalissima con Italia.
A lo largo de 2023, el equipo de Scaloni tuvo resultados y muy buenos rendimientos, ya sea en los amistosos como en los partidos oficiales de la clasificación a Canadá, Estados Unidos y México 2026. Disputó 8 encuentros y los ganó todos, con 20 goles a favor y ninguno en contra.
El verbo relajar no forma parte del diccionario del grupo y con cada victoria que se concreta, más alta tiene la vara para redoblar la apuesta y plantearse nuevos objetivos. Ese es el mensaje que parte desde arriba y que el DT subrayó en cada encuentro con la prensa. Todos lo tienen claro y el mejor ejemplo es el de Messi, que con 36 años disfruta de cada convocatoria y demuestra su poder de fuego.
Respecto del papel del capitán, uno de los desafíos de Argentina post Copa del Mundo fue acostumbrarse a saber que Leo puede ser reemplazado, arrancar el partido desde el banco o incluso no estar, como ocurrió en la primera parte de las Eliminatorias, y sin embargo la estructura y el funcionamiento no se resienten. La muestra más elocuente fue la tremenda victoria en La Paz contra Bolivia, donde Argentina derrumbó los mitos de la altura, sin el número 10 y con una tarea colectiva demoledora.
La citación llega con novedades: la no inclusión del joven Alejandro Garnacho, la sorpresiva llamada del español Pablo Maffeo para cubrir el lateral derecho y las vueltas después de sendas lesiones de Paulo Dybala y Ángel Di María, aquel verdugo del Maracaná que en una semana tendrá la posibilidad de reeditar su hazaña.
Uruguay y Brasil serán dos pruebas de fuego y, aunque no cambiará ningún concepto sea cual sea el resultado, sí servirá para sacar nuevas conclusiones, descubrir otras prestaciones y reafirmar todo lo bueno en la nueva etapa que transita la Selección Argentina, ya con la gloria debajo del brazo pero sin dormirse en los laureles.