Desde el año pasado, en el marco de la Ley de Reparación de los Daños de los Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales, el Ministerio de Trabajo incluyó a las várices en las afecciones que deben cubrir las ART, dando margen legal a un problema de salud laboral creciente y serio, que afecta a uno y otro sexo: es un error bastante difundido considerar que las várices, como problema que afecta a la salud de las piernas, son casi exclusivo patrimonio dela mujer.

"Las estadísticas nos hablan de una frecuencia de 55% para la mujer y 45% para el hombre, así que los sexos no están muy lejanos", explica el flebólogo. "El motivo por el cual en los problemas varicosos importantes no hay mucha diferencia entre los sexos es que estos dependen más del factor genético o hereditario, y tanto hombres como mujeres comparten esa carga genética", añadió.

Las várices de cierta dimensión constituyen un problema funcional casi siempre originado en fallas valvulares. El método más novedoso de tratamiento es la flebología restaurativa, que consiste en inyectar en la luz de la vena una serie de sustancias que devuelven funcionalidad al vaso sanguíneo.