Sebastián Lindner

@sebaslindner

Especial para EL POPULAR

Diez años pasaron desde los eventos que terminaron con un violento enfrentamiento entre simios y humanos en el puente Golden Gate de San Francisco. César, el simpático chimpancé a quien vimos crecer en la anterior entrega de la mano de James Franco, se ha instalado en el bosque con los suyos y han progresado mucho como sociedad de simios inteligentes. Y mientras ellos se han ido convirtiendo en expertos cazadores y pescadores, la raza humana fue llevada al borde de la extinción total por el mismo virus de laboratorio que potenció la inteligencia de los monos.

Los simios se preguntan el porqué hace años que no ven un humano, hasta que se encuentran con un grupo de sobrevivientes, miembros de una colonia establecida en el centro de lo que fue San Francisco, que buscan hacer funcionar una represa abandonada para volver a tener energía eléctrica. Ninguno grupo sabe de la existencia del otro hasta ese momento y deberán decidir por ponerse de acuerdo pacíficamente o enfrentarse en una guerra en la que probablemente no haya ganadores.

Esta es la historia, muy simplificada claro, de la gran secuela de "El planeta de los Simios: (R)Evolución", nuevamente dirigida por Matt Reeves ("Cloverfield" y "Let me in"). Con una narración clásica y contundente, Reeves y su equipo de guionistas, que mantiene de la anterior película, nos ofrece un film con un guión impecable de conflictos bien delineados, especialmente al tratar la posibilidad de convivencia entre diferentes. Aquí los impresionantes efectos están al servicio de la historia y no al revés como suele suceder muy seguido en los tanques hollywoodenses.

Punto aparte para el impresionante "motion capture" logrado en esta película, la técnica de grabación de movimiento y su posterior traslado al formato digital para ser retocado por una computadora, que ha crecido tanto en sus 14 años de vida que ya casi es imposible distinguir entre animales reales y los generados por un software. Y en esta película se luce en todo su esplendor la versatilidad gestual del maestro Andy Serkis (Gollum en "El señor de los anillos") en el papel de César y el inglés Toby Kebbel como el simio antagonista llamado Koba. Que quede claro, los protagonistas son los simios.

Una gran película para una excelente historia, larga pero llevadera, siempre entretenida y con un solo punto en contra: el doblaje al español no es bueno y se pierde información importante (la escena del discurso de Gary Oldman con un megáfono es inentendible). Por lo que vuelvo a repetir mi pedido de que se termine con los doblajes innecesarios al español en películas que son como mínimo APM de 13. Déjennos ver las películas como fueron pensadas por sus creadores y productores, basta de doblaje. Peliculómetro: 88%.